en el fondo más hondo que uno mismo:
Ver moverse una mano que está muerta."
JUAN EDUARDO CIRLOT
Luna nueva de la decisión-
Se inicia la batida-
Luna llena-
Qué gran esperanza-
El hombre, lobo y solo-
Cristal de lo lejano-
Espejo de adiós y ni-
Nada existirá
Cerca de mí y junto-
Lean mi confesión-
Lean el atardecer tú-
¿Tropezaste
Con los cuerpos?
Arquetipos
En el monte trémulo
De la rompiente
Susurran tu nombre y luz-
Alguien de mi carne-
Oscura palabra
De la mandíbula rota-
Y las hierbas lloran-
Y las nubes quietas-
La Casa en la casa-
El Cielo en la tierra-
Funambulita,
Lo que es arriba
Se manifestará abajo-
Inexorable
En el sentimiento del bosque
La Geometría del aullido nube-
Decayendo
Al borde de la ciudad dormida,
Del humo dormido,
De la dormida estrella-
Estrellita, despertá,
Tu padre ha muerto
Y ahora es un péndulo-
Ala herida-
Disparan-
Qué gran esperanza-
Mi hija,
y sigue sucediendo-
Cuando hallé su péndulo
Al amanecer-
Bajo su nombre
Iniciamos mi sombra y yo
La eterna fumata-
Esfumada
Supe que volverías a ser lo Otro-
Todos no-
Lo dos no ya-
Lo otro en lo no-
Una niña, seguro-
Asegura:
Exageran el valor
De la casa que inventamos-
El no hogar tu/yo al Sur-
Fui creciendo en la mengua,
y sigue sucediendo-
La misa era la novia-
Dios no asistía-
Mi padre al fondo
En sombras-
Cásame en la nada-
Cázame en el nádame-
Mi hija apenas llora-
Mi mujer apenas llora-
Llueve constantemente-
No hay unidad
Ni fuga-
Al fin solos-
Al fin salvados-
A tiempo sólo
El silencio tumor-
Silenciografía
En el tambor de tu muda voz-
El movimiento sin tiempo
Y el espacio de la fuga-
Levanta esta tapa-
Esta tumba,
Y sonríeme-
El incendio de la escalera
En la alcoba desnuda-
Se diluye sin tregua
La sombra danzante,
En llamas-
Bajan, Estrellita,
A la fuerza del desván-
El acceso inferior que
Sí nos arde-
Me escaparé-
Ten, detén
La voz y observa-
Ya gira el metal
Tal cual es: nada
Sin pensar en nada-
La recta caída del ángel
Cuando está girando-
Tu hombre sin nombre
Está girando, Viuda-
Un ángel junto a ti-
Lo siempre nos circunda-
Sucede ahora –
Ahora en lo nunca-
Dime
La hondura,
Hechicero-
Deshabitada tú eres-
¿Y?
Aquí está el agua-
A dos milenios-
¿O?
Es todo cuanto
Hay que cavar-
Me urge el cOlOr
De robar los cinco reales
Bajo tu lengua muerta-
Del pasado
Los no actos,
Los días
Junto a Orfeo,
Lo ignoro todo-
Vencido te he
Y sigue sucediendo-
En el sur
Casi nunca nieva-
Negaré la nieve-
Negaré
Cuanto no te acoge,
Prisionera del limbo,
De los copos perdidos-
Este mundo-
Todo-
Desde ese día
Un umbral de palabras-
¿Laten en verdad?
No seas real de nube
De roca de hierba-
Susúrrame
Al acercarte
Lo innombrable-
Lo no
Que nos nombra
Sí o sí-
La ignorancia
Hizo crecer en mí
La valentía-
Sur de sub-
¿Te vas?
Me acerco-
Sí, bajo el suelo-
Yo
la quería-
Nunca supe
Lo que era eso:
Lo Yo-
No escribiré esta carta
Al borde de la tierra santa
Sino en el filo de un limbo-
No seas inmensa-
No seas mar o pantaNO-
La ola nunca que eras
Fue suficiente-
Tacones, antes del viento
Quédate quieta-
Quieta la conmoción, Cagot-
Me resisto a creer
Lo que verán mis manos
En la noche salada-
Pensándolo bien
Todo fue mal-
Mar otra vez-
No vengas-
Llegas-
Vence el viento-
Tan felices en lo no
REALMENTE-
Y sigue sucediendo-
Pero muertos
En el verbo
Nacimos de nuevo
En la carne-
La muerta viva-
Cuando surgió el Norte
Frente al Sur
Lo ocultó-
Se ocultó bajo la cama
Al Sur-
Se lo ocultó-
Nadie encontró su estrella
Al Norte del edén-
Me encontraron, sí,
Y yo tal vez no era ya-
Y ya quizás no era yo –
Y yo tal vez no era ella-
Pero sólo de borde o de filo. No hay otra alternativa que ir de cornisas.
ResponderEliminarGracias, estimada, por seguir escarbando en el humus del bosque, al borde de.
ResponderEliminarSos valiente, Poeta.
Un abrazo, de su amigo, Antonio.