18/12/07

No hay fondo- No hay eco













Comarca
De las aguas en la arena-

Donde sin
El pantano silabeado-
Los trazos de mis trozos-
Y sin de las huellas por-


No hay fondo-
No hay eco-

Nadie puede oír
Cómo lincho a mi hermano
Al alba, en lo añil-

Declamo cada resquicio
De tu horror, mi honor,
Mi código-

Vos sí ves
La bazofia y la arcadia-
Hablás en sueños-

DON-de-escamas-
Pero ello no me incumbe-
Estoy conforme-

Al inicio lo verbo-
Acto continuo el silencio,
El Cántico sordina-
Pero la carne me habla
De la miel prostituta,
Y me arde en los zapatos
Lo que no debió, Irene-

Me tiemblan las manos,
Sin de Mí-

Perdí la voz a ti debida-

El débito colosal,
Y la nada lo intuye-
Donde nadie donde nunca
Donde tú me nombras no-

Bestia, no muerdas lo tuyo-

Indigno, innecesario,
Aguardo embozado de ti,
Ausencia en la Corte negra, doncella
Tan vulgar como unívoca-
Alguien arroja la
Primera última piedra
Al Pierrot de las lunas-

Me gritaron
¡Saltarello!
Los nombres de tus hombres de hierro-
Permito sonreír a la muerte-
La Maga ausencia desalmada
Tejiendo lo sin la no-
Tenacidad y mordaza
Del código abierto, paisaje péndulo-

Cama de escama-

Vení, larva-
No estoy aterrado-
Te miro,
Es similar-

Palabras sin historia
En el rol de la nada-
¿Alguien?
Que nadie juzgue la piedra
Bajo nubes que balan
Tu ausencia, Belle-

Qué extraña nube-
Mater amatisima,
Hetaira de lluvias
Sobre la roca esencial-

¿Florecés, acento?

La iglesia, derruida
Por animales hambrientos-
¿Es enfático?

Me obstino embozado
En el bocio y la mudez-
Pero no he de oírte en la cueva
Con la cruz de mis brazos, Agote-
Me cansa tu espejo-

Ambiciono un mono,
Yo la pluma de avestruz-
Hermanas, qué sombras-

¿Y tú qué ansías, Belle?

La rosa que nieve al sur
Como lloran al Norte
Los vencejos tiritantes
Que ya ni recuerdas-

Donde la landa sin de mi Señor,
Donde hierbas como algas,
Donde la estrella derviCHE vira,
Donde arrojas a la niebla
La rosa de la sangre cenagosa,
De entre los muertos, Antonio Block,
Mareas y males otra vez
Te coronan,
Tú que renaces, marino,
En los fuegos de San Temor-

Tu viaje, mi viaje,
A ninguna parte sin-

Arrojás el poema
Al mal surtidor-
Más no,
Jonás,
Y el mar otra vez-

Respirás sin aire-

Las aves dispersas-
Vibración
De la desbandada-
Tus nuncas tremor-
Tus nunca talveces-

¿Tal vez el cielo siempre fue asma?

Una vez
Hubo inicio, Serpiente-

Madre algas-
El descuido del mar
Congela el cielo que concluye
En un reflejo de luna, otro-

Son suficientes prendas-
Son suficientes piedras
En los bolsillos-

No ofenden el nombre de la Roca
Que te acoge sin corona, Mi Señor-
Tiernos vasallos moldeables
Cortarán el pescuezo de tu alma-

Adobe en las esquinas de los vasallos,
Ansían la espada como si nada pasara-

¿Nadie nadará tus nadas salvajes?

Algas, cazador-
Alas-
Nadie, cazador-

Limo a la voz, cenizas al légamo-
Adán o nada
Calce el zapato que indaga
El bestiario-

¡Quema!
Las aguas saben-









Ve ve ve a donde muero, Magnifique-


Esta lápida nunca la tumba es
Aunque sí lo fuera para mis ojos, Belle,
La siempreviva estrella de la disolución-
Nuestro hogar o cuadra, des-

Un pórtico humareda-
Un café que exhala
La bestia depurada-
Tabaco negro, coñac,
El humo de llorar-
Te la vida de evanescencia-










Antonio López Medinilla bajo
el SUR-sub, IX


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