17/2/08

el SUR-sub (fragmentos, X) -tercera parte.

el SUR-sub, X (tercera parte)
"creo que estoy un poco triste, y como siempre tardarás una muerte en enterarte" "Si pudieras mirarme, verías lo que soy. Y yo te lo negaría a muerte." GABRIELA BRUCH
Atesora Los hierros necesarios Para el hogar Bajo el tiempo- Estructura-des- Un movimiento de amo y señor Que amó/sin, Avocado a ser jalón de hierba Cuando las piedras hablen- La espada añoranza, Muerte viva a la espalda, Lontananza que Desgarra su Más- Mar que lame el sur Sin horizonte- Nadie huye en ésta- Nadie hay en esta tierra- ¿Y la letra? No es explícita- El cielo seco, Y en la carne como En la muerte, Las Aves arden Al pie de tu nombre- No dije alambre Ni libélula- Sílaba Resurrecta Bajo la amapola De una carta perdida- Aunque Irene no Reconoce el abecedario- Entre algas, Las galas del premio Por puta andaluza- Tacones de cripta- La añagaza De olas que rizan La Perspectiva Todopoderosa- De pie, regente En el golpe a golpe- No fui moneda- No fui sino canto rodado sin- Fui, eras Perra amaneciendo- Persiste en lo diario Y en las rompientes de la Voz- Merecidamente Cuando menos llueve- Un holocausto vertical, dormido, Ante la nube cenicienta, negada- El tránsito de polillas Hacia el fogón de la entrepierna- La misma esfera en llamas No llama a nadie- ¿A qué huele tu carne? Por la gota Del rito (Ilumina) liba las sobras Del plato de todos- Residente en la nube- Mírame, sin embargo- Aprende a cantar Bajo la lluvia- Añorar la fuga- El lugar de nunca Me circunda- Espacios derrumbados Ante la Organizadora De mi tristeza- ¿Y si Acaso las aves No despertaran Los árboles? Lo sé, y sabes, Escribes, eras La ceniza innumerable Desnuda en el fuego- No te observes- La gran dama, La peste negra Aguarda a las orillas- Pasan negras y balan blancas- Escapan las olas Como escapa la verdad, La Persona- ¿Cuántas estrellas -dejos del no-mundo- Te urgen en el cemento? ¿Y en la palabra? Las paredes son muy necesarias- Mas no vea yo un techo, Y menos aún blanco, Y menos aún celestial o seráfico- Al borde de mi cuello Escrito, La muñeca negra Del sentimiento paisaje Amanece y no nace- Aquella plaza, La plaza- Aquel pie, El pie- No te afectan- Tampoco me perteneces- La secuencia del atardecer, La cruz en el pantano, Se ufanan en la estrofa Que ignora Toda continuidad- Me sana estar allí, Roto en dos mil pedazos- Sin cesar Ni ser- Si sucede Sucede sin, Esto es, Sigue sucediendo Lo no y en consecuencia- Mi cuarto mundo Donde Estrella me besa la maNo Luego del disparo Y antes del pie- Perdida la estancia, Constancia muda- Me estremece Verla tan cerca- Es obvio- Por el horror, Belle, No soy el espejo de tu morada- Sí o sí Asalto tus malos aires- Aquí debí nacer, Arqueando capas inconclusas- Aquí aún exista, fragmentario, En la doblez de la vida- En la falda de la boca muda. En la desaparición-des. Logro ver sin vivir Todas las vidas En ninguna- ¿Es igual a la existencia En ninguna parte? No vive sin Ver lo No- La hoguera me corrompe En cirios que se agrupan- Siendo y no siendo Amapola y disparo- Llama en lo ido- Abandoné la llama- No llama la llama- Llama lo ido- ¡Qué problema, Mientras laceras La espalda rota De mi vida! Todo movimiento es disgregación- La existencia rota En esencia y consecuencia- ¡Ni pestañees, Bestia! El orden anterior A toda palabra de hierba Acunada al soplo- El vórtice, la Posibilidad- La capacidad de mutar Nos halaga en cada brizna- Cada página, suavemente- El silencio pétreo, Es libro y fosa- Sobrevive y sobreactúa Bajo montañas de escombros, Capas de existencia Disconformes y violentas- Arrojás el acento, Y no nevás, Magdala, En la suciedad Que me conforma- Una mañana exasperada El mar endureció- Agua dura- Comenzamos a caminar- ¿Lo recuerdas, manzana? Los brazos Separados Del cuerpo- Las manos Separadas Del alma- Tus gestos Indicaban Nuestro hogar- Sin/Lugar donde Me escamas Bajo olas que Escapan y ondulan La Cruz del Sur, Mi pequeño hongo silencioso- Acá Nos apareamos Con ángeles- Como ángeles- Entre árboles- Gran error- Cada mañana Saludo tu espiral, Sobrecogido- ¿No es suficiente Signo de humildad? El ángel Es OtrO Donde no como Como ángel- RecogiMIENTO- Lo que canta No me expresa- Pero es Cuanto soy En el misterio De los hombres Que disparan- Ver Para Creer- Te amaron- El mundo muere En tu movimiento- Altar las palabras Antes de LA Disolución- Alzamiento- Todos los versos Son inciertos, Si bien Verdaderos al Sur- Vos antes que el sol- ¿Y no respiras?
Antonio López Medinilla

10 comentarios:

  1. increíblemente fuerte, me reconozco y no, están mis palabras, las tuyas como torrente sobre mi, como chorros de agua en una tormenta incierta, las siento, las siento, pero paralizada. cuando amaine, me secaré y gota por gota iré lamiendo lo que es el poema.

    un abrazo, tan cerca, tan lejos

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  2. vuelan los versos como aves amaneciendo.

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  3. Excelente trabajo. Fascinante.

    http://raquelgfernandez.blogspot.com/

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  4. Mi estimada Gabriela, ando rodeado de tus palabras en estos días, como entenderás.

    Me conmueve tu mensaje sobre el poema. No cesa de llover y te observo-devoro letras.

    Un abrazo de lo cerca a lo lejos.

    tu lector, antonio.

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  5. Me llegó esa imagen: aves amaneciendo.

    ¿Qué escribirán en los cielos, Pura?
    Qué extraño código se nos pierde y busca nuestra atención.

    Un abrazo, estimado sintagma.

    Antonio.

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  6. Gracias, Raquel, por tus palabras. Y bienvenida a este sur carcomido y furioso.

    Antonio Medinilla.

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  8. Antonio, nos seguiremos pegando a estos fragmentos, en la madrugada de un pueblo vacío, es un tren que pasa y pasa.


    "¿Cuántas estrellas
    -dejos del no-mundo-
    Te urgen en el cemento?

    ¿Y en la palabra? "

    Estas preguntas se clavan en la carne, traen la promesa de la intemperie. Sí, en el camino, lluvia incierta.

    Un abrazo
    Lilián

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  9. Mi admirada Lilián, cuanto sigue sucediendo es no pero muy dentro de la carne del verbo. En esa lluvia, nos encontramos, siempre a la intemperie.

    Así que me cobijo en su amabilidad.

    Abrazos, Antonio.

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  10. Mi admirada Lilián, cuanto sigue sucediendo es no pero muy dentro de la carne del verbo. En esa lluvia, nos encontramos, siempre a la intemperie.

    Así que me cobijo en su amabilidad.

    Abrazos, Antonio.

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