el SUR-sub, X
(tercera parte)
"creo que estoy un poco triste, y como siempre
tardarás una muerte en enterarte"
"Si pudieras mirarme,
verías lo que soy.
Y yo te lo negaría a muerte."
GABRIELA BRUCH
Atesora
Los hierros necesarios
Para el hogar
Bajo el tiempo-
Estructura-des-
Un movimiento de amo y señor
Que amó/sin,
Avocado a ser jalón de hierba
Cuando las piedras hablen-
La espada añoranza,
Muerte viva a la espalda,
Lontananza que
Desgarra su Más-
Mar que lame el sur
Sin horizonte-
Nadie huye en ésta-
Nadie hay en esta tierra-
¿Y la letra?
No es explícita-
El cielo seco,
Y en la carne como
En la muerte,
Las Aves arden
Al pie de tu nombre-
No dije alambre
Ni libélula-
Sílaba
Resurrecta
Bajo la amapola
De una carta perdida-
Aunque Irene no
Reconoce el abecedario-
Entre algas,
Las galas del premio
Por puta andaluza-
Tacones de cripta-
La añagaza
De olas que rizan
La Perspectiva
Todopoderosa-
De pie, regente
En el golpe a golpe-
No fui moneda-
No fui sino canto rodado sin-
Fui, eras
Perra amaneciendo-
Persiste en lo diario
Y en las rompientes de la Voz-
Merecidamente
Cuando menos llueve-
Un holocausto vertical, dormido,
Ante la nube cenicienta, negada-
El tránsito de polillas
Hacia el fogón de la entrepierna-
La misma esfera en llamas
No llama a nadie-
¿A qué huele tu carne?
Por la gota
Del rito
(Ilumina) liba las sobras
Del plato de todos-
Residente en la nube-
Mírame, sin embargo-
Aprende a cantar
Bajo la lluvia-
Añorar la fuga-
El lugar de nunca
Me circunda-
Espacios derrumbados
Ante la Organizadora
De mi tristeza-
¿Y si
Acaso las aves
No despertaran
Los árboles?
Lo sé, y sabes,
Escribes, eras
La ceniza innumerable
Desnuda en el fuego-
No te observes-
La gran dama,
La peste negra
Aguarda a las orillas-
Pasan negras y balan blancas-
Escapan las olas
Como escapa la verdad,
La Persona-
¿Cuántas estrellas
-dejos del no-mundo-
Te urgen en el cemento?
¿Y en la palabra?
Las paredes son muy necesarias-
Mas no vea yo un techo,
Y menos aún blanco,
Y menos aún celestial o seráfico-
Al borde de mi cuello
Escrito,
La muñeca negra
Del sentimiento paisaje
Amanece y no nace-
Aquella plaza,
La plaza-
Aquel pie,
El pie-
No te afectan-
Tampoco me perteneces-
La secuencia del atardecer,
La cruz en el pantano,
Se ufanan en la estrofa
Que ignora
Toda continuidad-
Me sana estar allí,
Roto en dos mil pedazos-
Sin cesar
Ni ser-
Si sucede
Sucede sin,
Esto es,
Sigue sucediendo
Lo no y en consecuencia-
Mi cuarto mundo
Donde
Estrella me besa la maNo
Luego del disparo
Y antes del pie-
Perdida la estancia,
Constancia muda-
Me estremece
Verla tan cerca-
Es obvio-
Por el horror, Belle,
No soy el espejo de tu morada-
Sí o sí
Asalto tus malos aires-
Aquí debí nacer,
Arqueando capas inconclusas-
Aquí aún exista, fragmentario,
En la doblez de la vida-
En la falda de la boca muda.
En la desaparición-des.
Logro ver sin vivir
Todas las vidas
En ninguna-
¿Es igual a la existencia
En ninguna parte?
No vive sin
Ver lo No-
La hoguera me corrompe
En cirios que se agrupan-
Siendo y no siendo
Amapola y disparo-
Llama en lo ido-
Abandoné la llama-
No llama la llama-
Llama lo ido-
¡Qué problema,
Mientras laceras
La espalda rota
De mi vida!
Todo movimiento es disgregación-
La existencia rota
En esencia y consecuencia-
¡Ni pestañees, Bestia!
El orden anterior
A toda palabra de hierba
Acunada al soplo-
El vórtice, la Posibilidad-
La capacidad de mutar
Nos halaga en cada brizna-
Cada página, suavemente-
El silencio pétreo,
Es libro y fosa-
Sobrevive y sobreactúa
Bajo montañas de escombros,
Capas de existencia
Disconformes y violentas-
Arrojás el acento,
Y no nevás, Magdala,
En la suciedad
Que me conforma-
Una mañana exasperada
El mar endureció-
Agua dura-
Comenzamos a caminar-
¿Lo recuerdas, manzana?
Los brazos
Separados
Del cuerpo-
Las manos
Separadas
Del alma-
Tus gestos
Indicaban
Nuestro hogar-
Sin/Lugar donde
Me escamas
Bajo olas que
Escapan y ondulan
La Cruz del Sur,
Mi pequeño hongo silencioso-
Acá
Nos apareamos
Con ángeles-
Como ángeles-
Entre árboles-
Gran error-
Cada mañana
Saludo tu espiral,
Sobrecogido-
¿No es suficiente
Signo de humildad?
El ángel
Es OtrO
Donde no como
Como ángel-
RecogiMIENTO-
Lo que canta
No me expresa-
Pero es
Cuanto soy
En el misterio
De los hombres
Que disparan-
Ver
Para
Creer-
Te amaron-
El mundo muere
En tu movimiento-
Altar las palabras
Antes de LA
Disolución-
Alzamiento-
Todos los versos
Son inciertos,
Si bien
Verdaderos al Sur-
Vos antes que el sol-
¿Y no respiras?
increíblemente fuerte, me reconozco y no, están mis palabras, las tuyas como torrente sobre mi, como chorros de agua en una tormenta incierta, las siento, las siento, pero paralizada. cuando amaine, me secaré y gota por gota iré lamiendo lo que es el poema.
ResponderEliminarun abrazo, tan cerca, tan lejos
vuelan los versos como aves amaneciendo.
ResponderEliminarExcelente trabajo. Fascinante.
ResponderEliminarhttp://raquelgfernandez.blogspot.com/
Mi estimada Gabriela, ando rodeado de tus palabras en estos días, como entenderás.
ResponderEliminarMe conmueve tu mensaje sobre el poema. No cesa de llover y te observo-devoro letras.
Un abrazo de lo cerca a lo lejos.
tu lector, antonio.
Me llegó esa imagen: aves amaneciendo.
ResponderEliminar¿Qué escribirán en los cielos, Pura?
Qué extraño código se nos pierde y busca nuestra atención.
Un abrazo, estimado sintagma.
Antonio.
Gracias, Raquel, por tus palabras. Y bienvenida a este sur carcomido y furioso.
ResponderEliminarAntonio Medinilla.
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ResponderEliminarAntonio, nos seguiremos pegando a estos fragmentos, en la madrugada de un pueblo vacío, es un tren que pasa y pasa.
ResponderEliminar"¿Cuántas estrellas
-dejos del no-mundo-
Te urgen en el cemento?
¿Y en la palabra? "
Estas preguntas se clavan en la carne, traen la promesa de la intemperie. Sí, en el camino, lluvia incierta.
Un abrazo
Lilián
Mi admirada Lilián, cuanto sigue sucediendo es no pero muy dentro de la carne del verbo. En esa lluvia, nos encontramos, siempre a la intemperie.
ResponderEliminarAsí que me cobijo en su amabilidad.
Abrazos, Antonio.
Mi admirada Lilián, cuanto sigue sucediendo es no pero muy dentro de la carne del verbo. En esa lluvia, nos encontramos, siempre a la intemperie.
ResponderEliminarAsí que me cobijo en su amabilidad.
Abrazos, Antonio.