¿Hablábamos del conocimiento
Inclinado ante el silencio?
Me enmudeces-
¿Señora de las Bestias,
Recuerdas, recuerdas
Las aves
Que huyeron
Del Árbol
Al besar Lo No?
Fue un cedro,
Aunque semejó iglesia,
Por supuesto abandonada
Ante el deseo voraz-
Sus círculos solos
En el cielo
Florecieron,
Y todo hogar en el daño
Donó una espada, un cisne,
Una lamento que sonríe
La muerte viva de tu huida
Bendecida en las aguas
Que te arrastran, lector-
Os doy mi palabra,
Trazos-
La palabra que no me habló-
Perjurio-
Roza la rosa-
De la disolución,
El afluente no cesa-
Abajo lilas
Reunidas al ahogo,
Y moradas moradas-
Paralelo de color, mudo mundo
Ansiando 5 secretos, 5 sentidos-
Mama del cáliz
Que ansía redimir
Una vez sucedido el deseo,
Magna Ubre Férrea,
En la Piedra arrodillada-
Desconoce Las Escrituras-
Vivir sin
Respuestas ante tu espejo
Entregando una imagen,
Cualquiera,
Cuando apenas hay
Semejanza en las semejanzas-
Un castillo miserable
Acoge mis riquezas-
No pasarán-
Exceso de realidad
Al rumor de las horas y las olas-
Oramos como lloramos-
Oramos nuevamente,
Ahora donde nunca-
Consecuente
El llanto por la lluvia
En el desierto-
Un continuo de eclipses
En el círculo desolado
De tus ojos,
Agotado de ver mi nunca-
Me da sin-
Adoro La Herida,
Tu sed torrencial,
Que ardan tus manos,
Que aguas nos hablen,
Que nadie te nade-
Que nadie recuerdes-
Que aves-
Dejaré de fumar-
De igual modo cesará la Escritura-
Pero esas muertes
(descubro que no soy yo)
No me interesan-
Aún oigo al niño
Que no quiere nacer-
Si no es giro, me no-
La perspectiva es todopoderosa-
La esfera modelable en la hoguera-
Dijimos que
Cuando la larva
Retomara el marasmo
De tu sangre, hablaríamos
En la mente de la carne,
Del alimento del ángel, Bestia-
Antonio López Medinilla,
sajando el SUR-sub, XII
bendecida en las aguas que me arrastran,antonio, leo en esta mañana gris tu poema en voz alta y es otra mi voz
ResponderEliminarY esa otra voz, mi adorada Bruch, es el paso más allá del poema. Nunca seremos los mismos, dada la palabra a las aguas autor-lector-poesía.
ResponderEliminarAbrazos, su-yo, Antonio