el SUR-sub, XIII
(segunda parte)
Lo recuerdo
SIN-
¡Detente!
¡Esferas!
No recuerdo-
Ardo-
Acallan al ahogado azul de Europa,
el cometa anunciador
de Magdala, Voyeur de la nunca nada-
¿ESTAMPAS DE SIN?
Usted abandonó mi tierra-
Fragmentos-
Monedas del zahorí-
Sur de la ausencia violenta-
Norte a lo no debido-
Es todo cuanto hay que cavar-
Fragmentos-
¿La Historia?
Innecesaria-
Tiritas, enumeras
bajo la cama de todos los males,
Bella bestial,
las aguas de las aguas,
los panes del milagro,
las algas y la resurrección-
Verde luz de Ur-
Verde cruz si Sur-
Devotos,
retornan los No-hechos,
en este instante,
aunque sin persona-
Escritura sin persona-
La sierpe en noir sucede,
sigue sucediendo,
compañero-
Respira sin aire
lo que fue aire
reinando los hierros-
Óxido,
otro siglo, este instante-
¿Padre, por qué me has abandonado?
La vie en noir
no acaba,
aún espero-
Donde no hay nadie,
observo la Flor
en la sombra-
Donde no hay nadie,
el fonógrafo
nada canta-
EL SUR:
-Cantas como si no pasaran.
Los pies desnudos de la sierpe
juzgan la estampa
de mi sexo
en exceso
bucólica y descriptiva-
Sisea sus razones-
Lame un hueso-
De soslayo,
la manzana
reverbera
en la ausencia-
Demudada,
anudada,
facial,
intacta fruta-
¿Qué hora hemos de ser, compañera,
en la hora de nuestra hora?
Entre dos sexos,
no hay ángel-
Hay tiempo sin-
Éxodo por la lluvia-
Abrazadas al árbol,
hermanas, mis reflejos-
Los metales rezan mis noches-
Reza por mí, compañera-
Confesión que pregunte LA
sin que afirme-
Cierto que el árbol florece
de lo imposible-
Cierto que hablan las hojas
como aguas que arrastran
las esquivas nombradías,
ramas amadas-
Un código suspenso
SIN LAS
abre las aguas,
como santas escrituras
que rompen los mares-
Autor lector-
¿Hubo diferencia?
Apenas hubo existencia,
apenas una brizna de hierba basta
para sentirnos desgraciados-
La palabra, entonces-
La Danza nuevamente-
No diré más del dolor-
¡Que tiemblen las manos!
La semejanza del mundo
semejante a Mi No-
Late el universo
sus ocultas razones
victoriosas-
La serpiente ha girado,
sin final o inicio-
¿Por qué nos hablan?
No somos signos
sino perros que ladran-
¿Acaso ignoran
La génesis de nube
que ampara nuestra carne
de insecto, compañera?
Mágico ha de ser
cuanto ignoro-
Mi violeta boca, ángel-
Nuestra violenta descomposición-
Flores-
¿Ves los colores?
¿Y la guirnalda aue abrazan tus pies?
Justa y necesaria-
Mírame o no lo hagas-
Es indiferente-
Te encuentro al menor
gesto de mi mano-
Si respirasen
mis hijos,
bajo las aguas,
en el pantaNO,
rodarían otro canto-
Pero no es La Historia-
El miedo sea
la primera mano
al reino de los cielos-
Deambulan a mi lado,
y sigue sucediendo-
Acaban de pasar-
La ausencia es una muerta
que camina las calles
en Otra Calle-
Dios no asistirá-
Acaba
a mi lado
La lluvia-
El mar entrega un espejo de lo que nunca es; siendo no bajo las aguas, ángel mío, bien sabés lo que un hombre no sabe: tu acento oleaje, extranjera: la palabra, el silencio no dirá nada que ignorásemos en un mar de páginas, y el faro.
Rota la mano abierta
resto al sur la imagen
que me invoca
en la lobera,
en la noche cruel-
Qué dulzura-
Arriba y abajo,
tu maculada pureza
en el film de la sombra,
Irene-
Mientras agonizo,
ordenas las cartas-
HOSANNA-
Sin las alas, arrojadas,
te apiadas de
mi visión agónica,
vertiginosamente espiral
y caída-
¿Quién va a nacer?
Observo la flor
en el suelo-
Mientras callo,
hubo nacimiento-
La nada es el primer verso-
Cántame,
Cabaretera, la balanza quebrada
que fue mi sino-
La pérdida sin beneficio,
las horas del café,
qué fueron sino
la herida en el ojal,
palabra sin la hoja,
el cajón nunca abierto-
Las manos de mi hija:
Aves raudas de sin,
detienen el progreso
de mi caligrafía-
La ciudad deshabitada y provincial
proyecta el film de tu nada-
Te observo, y arrojo mis ojos,
hundido en la butaca-
Lloro tu ausencia cartaginesa:
el mundo ha conocido
su punto exacto de tristeza-
¿Tu Nombre?
Me has olvidado-
Sí, bajo la almohada,
donde nunca-
Ahora no puedo ver a mi hija-
La hierba está llorando loca y sola-
Ella es la furia del ángel-
Ella o la espada-
La memoria del hombre
que he cantado-
Sin anécdota,
el viento gira la página-
Me muestra otra en blanco-
¿La misma?
Donde tu no, Irene, marco el paso
del libro al olvido,
hasta hoy, donde
tú y mi no
reinan los ríos-
El Sur, que es pasivo, actúa golpeado por lo Norte, que es lo Herido, que es Irene Ríos, que impone su risa fortaleza, el total fracaso del discurso sin los hechos del deseo.
Tu licor conmueve
a los muertos-
Un palabra tuya
bastará para salvarme
arañando los cerros,
donde abandono
y te exhibes-
La misma sangre
de las aves
nos separa
entre árboles y vocales-
Giran los vencejos
mi memoria
en la cruz del sur-
Lentamente
sus ruegos
desaparecen-
En círculos,
anochece
un golpe
de azul y olvido-
Sigue sucediendo
la Estrella, Magdala,
donde nadie,
fugaz precisión
del disparo o lo rosa-
Todo parece real antes de serlo, en el No Tiempo. Una anticipación ignominiosa para mi voluntad. Nombrarlo me hace invisible en lo oculto del baúl (alambre y tenazas), o lamentable en lo concreto del sudor bajo Otro Mundo por decir. Las nombradías muestran sus ruinas, esquinas de existencia: son esquivas: víctimas, victimarias, ciegos, serpientes, videncias de los cinco secretos se mecen en las hierbas que huyen de mis ojos.
¿Me creés?
Donde soy yermo
tú no vengas, Estrella,
el amor no es un palacio-
Fotograma a fotograma,
Voy siendo el final porque nunca supe lo que era eso-
AMEDINILLA
Me permití entrar a tu blog,por ello te dejo unos saludos,pasaré a leerte de nuevo!
ResponderEliminarTenga usted un hogar en este yermo.
ResponderEliminarSaludos, Antonio.