Delátame al método
De las disoluciones
-ya no es mi cargo-
Porque vine a ti
Desnudo y en llamas
Para salvar
La vida de un muerto
Con el humo de llorarle-
¿Padre, por qué me has abandonado?
Nunca dije, Mortaja,
Lo no,
Ni el sí-
No dije nada-
Ni pedí tu mano
Sin mí
Que me envuelve
Bajo el lino protector-
Me acusará el ojo:
La inocencia con metales,
La niña que inquiere
El gesto abrasador de la respuesta-
Ante el ser humano
Los ángeles enmudecen-
Somos cuanto desconocemos-
Te ofrecí la boca del sur
Como te di la cruz del sur-
La salvación de las bestias
Que deambulan bajo la lluvia
Y ladran en la noche que nos roza
Que ahora soy el péndulo
Que busca las aguas ocultas-
Mira bajo tu almohada, Estrella,
Aquél que te habla
Y eres no-
La humilde brizna de hierba, compañera,
acógela en tu bolsillo;
pronto cubrirá el mundo de los abundantes,
vestirá el mundo de los escasos,
donde ocultamos todo el amor propio.
acógela en tu bolsillo;
pronto cubrirá el mundo de los abundantes,
vestirá el mundo de los escasos,
donde ocultamos todo el amor propio.
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