No sé cómo felicitarte. Ni por cuál poema. Ni si tiene sentido hacerlo. Pero no puedo evitar quitarme el sombrero ante tus versos. Ante éste. Por ejemplo. Contenido. Lleno de símbolos y meridanamente claro. Chapeau. Me gustaría, también, que participaras en el proyecto CARTAS EN LA NOCHE con una carta tuya, biográfica o literaria, a tus vivos y a tus muertos. Pero con tu literatura. Ahora solo es carne de red, pero así engorde un poco el monedero editorial de El toro de barro, se revista de papel que huele a catedral cuando envejece. Te dejo una señal para que veas lo que es:
Estimado Carlos, claro que tiene sentido: siempre nos estimula ver un eco en otro. En mi caso, soy demasiado humano como para no agradecer tus palabras. Pasaré por tu proyecto, y tendré muy presente tu invitación a colaborar. Sólo dame tiempo, Carlos, para ver qué línea tomar y ganarle tiempo a este trajín editorial de la Iguana que -venturosamente- deja relagada la escritura personal a un segundo plano -plano siempre más que deseable. Saludos. Antonio
No sé cómo felicitarte. Ni por cuál poema. Ni si tiene sentido hacerlo. Pero no puedo evitar quitarme el sombrero ante tus versos. Ante éste. Por ejemplo. Contenido. Lleno de símbolos y meridanamente claro. Chapeau.
ResponderEliminarMe gustaría, también, que participaras en el proyecto CARTAS EN LA NOCHE con una carta tuya, biográfica o literaria, a tus vivos y a tus muertos. Pero con tu literatura. Ahora solo es carne de red, pero así engorde un poco el monedero editorial de El toro de barro, se revista de papel que huele a catedral cuando envejece. Te dejo una señal para que veas lo que es:
http://cartasenlanoche.blogspot.
Un abrazo...
Carlos Morales.
Estimado Carlos, claro que tiene sentido: siempre nos estimula ver un eco en otro. En mi caso, soy demasiado humano como para no agradecer tus palabras.
ResponderEliminarPasaré por tu proyecto, y tendré muy presente tu invitación a colaborar.
Sólo dame tiempo, Carlos, para ver qué línea tomar y ganarle tiempo a este trajín editorial de la Iguana que -venturosamente- deja relagada la escritura personal a un segundo plano -plano siempre más que deseable.
Saludos. Antonio