Mientras otorga la noche
Su cauce de sombra
Al devenir de la luz,
A lo nunca amanezco-
Y sueño el Sur
De mi norte sin,
Estrellita querida-
Luces mías,
Mirad cuando no-
Donde siempre no-
Donde reposo
Como oscuro ojo
Mientras sea
Vuestro hermano-
Redonda la mano-
La próxima redonda
Hacia el negro sí,
y sigue sucediendo-
Para el mundo oscuro
No hay un nombre-
Existe un color
Contrario
Que es blanco y sur-
Cuando la sombra
Nombra mi nombre
Y me olvida,
El sur es sub
De nunca sur,
y te olvida,
compañero hombre-
No sé si arde-
Pero levita en el fuego
Comiendo de mis ojos-
Sedúcenos, inexistencia-
La muerta es otra-
Hechizada
Gemirá, lo sabemos-
Y destrozará este mundo-
Otra gran esperanza-
Tal vez la fe-
Seguramente la duda-
Prefiero pasear con usted-
Segunda o tercera
Persona de la nada-
También yo
Negaré el mundo
A mi paso-
Dirá el sí
Aunque no lo crea-
No lo creerá
Pero puede leerlo-
Ten esta rosa roja-
Tómala-
Sé que ha muerto-
¿No es tarde para ver murallas?
¿Quién eres?
Lo sin sin La-
Y bien, Diana,
Fui al lugar del encuentro-
Y Yo
No estaba allí-
Aunque sí
Tu no ser-
Creo que es un sueño,
Y cenamos de nuevo,
Estrellita-
Sueños de los que no queremos jamás despertar...
ResponderEliminarJusto ahí, un abrazo, estimada.
ResponderEliminarQue a menudo se sueña con ellos... o será que nos llevan un rato nos disfrutan y nos devuelven a la realidad?
ResponderEliminarMe encantó
Un abrazo
Vanesa Aldunate
Cuán infravalorada la seducción de la inexistencia. No siéndome, con todo mi afecto, un abrazo, Vanesa.
ResponderEliminarMe conmueven esas palabras. Gracias. Nos estamos cruzando aquí y allá.
ResponderEliminarSaludos
Vanesa Aldunate
Mayo, mes de las rosas.
ResponderEliminarUna rosa (noir) para calmar las heridas de tus versos. Con espinas, por supuesto.
;-)
Rozas las rosas, querida espina necesaria, querida X. Abrazo en noir, donde siempre.
ResponderEliminar