Eras un cedro,
Una espada, un cisne,
En ruinas una runa-
Aunque semejaste iglesia,
Abandonada por supuesto
Al deseo.
Mirá:
Mis signos
Son perros que apedreas-
Te pertenecen-
Te ladran-
Señor, ten piedad-
Entre los siglos, Otro:
Nuestra historia-
El rostro no es mío-
Me besa,
Entre las olas,
Sola-
Qué tristeza, Cartago-
Cobíjame-
Nada cambia el acento
Si crees lo que creés-
Desconocen las Escrituras-
Me reconocés-
La furia de lo XI me atraviesa
Sin perspectiva de alimento-
¿Venís, Cruzada en el habla?
Me satisface
Flotando en las aguas,
Escalando la escalada
Escalera a la nada-
Antonio López Medinilla,
de espa(l)das al
SUR-sub, XII-I
Mi querido Antonio, una vez más, entro en el juego de dejarme llevar en tus mundos...
ResponderEliminarhttp://desvariosenlaluna.blogspot.com/2009/04/era.html
Un beso
K
Múndome, compañera.
ResponderEliminarperros apedreados encienden hogueras...
ResponderEliminarQuién llamará la llama, querida Pura, en esa escalera?
ResponderEliminar"Nada cambia el acento
ResponderEliminarSi crees lo que creés-"
en vos siempre he creído, vuelvo a tus escaleras, ausente por problemas técnicos y además porque a veces conviene guardarse.
un abrazo
Lilián
Pues bienhallada, hermana. Suba usted cuantos peldaños guste: suyos son, amiga mía.
ResponderEliminarUn abrazo, Lilián.
Subes o bajas? me invitas de nuevo a tú escalera…
ResponderEliminarCada grada un verbo tuyo…
¿Venís, Cruzada en el habla?
Varias veces cruzada el habla hasta caer en cuenta de que estoy pensando…
…Cavilando…
Esperando funcione en algo…
Cariños. Antonio.
Glendys, en la espiral propuesta no hay avance ni retroceso, lo cíclico y autoalimentado lo invade todo a la espera de la reconstrucción del lector voyeur, gran amo de mi hogar al Sur.
ResponderEliminarTodos los peldaños son tuyos, estimada.
Antonio.
Magestuoso descenso al abismo.
ResponderEliminar(Jolín, había leído "Eras un cerdo"... que tampoco habría estado mal. Noble animal :-))
El cerdo que leíste no andaba desencaminado en tu leer. Comparto: extraordinario animal.
ResponderEliminarAbrazo en esta escalera podredumbre que brilla y habla, X.