16/9/10

Cuestión de razas-







Disloco mis ojos
Y observo
Lo que nunca es siendo,
Lo que el verbo nombra
Ignorando mi rostro,
Lo que el verbo talla
Ocultándome-

Alto y temido,
Igualmente herido
El cielo protector-

Mi máscara real
No me pertenece-
No me conoces, Antonio-

Semejante al silencio
Donde tropieza la voz,
Llamas, llameas-
Nos alejamos
Hacia nosotros
En el escritorio-

Horas entre las olas
Del tiempo verbal-
Siempre he muerto-
Despierto
En la nube sola-
Observo la torre
Alimentando peces-

Por la luz,
La vida es pan
De color-
Sin luz,
La vida es no-

Rosal de la bestia,
La promesa de la muerte
En la veleta-
Dos planos, una ausencia-
Me escribe el viento-

¿Y si no se oyen?

El espejo de tu morada,
La puerta de tu habitación,
Soy-
Me mirás,
Me no-


La aldaba,
Como antes
Candado y perro-

Del no provengo -dirá.

De su espejo la vida venga-

¡Justicia!

Las siete de la séptima tarde-
Sí, Bestia,
Per visibilia ad invisibilia,
Escríbeme la boca-

Gestos
Para no verse inmaculada
En los números cabales-

Adán sin Eva sin-

¡Por todos los santos,
Qué ocurrió,
Señor de La,
En la espada de No!

¡Nauseabunda!

No es posible ser
Bestia sin Bestia-
Aunque la rosa
Trace su espiral
En las púas y pétalos-

De espaldas,
Algo de alguien
Transmuta
Por mi culpa,
Por mi grandísima culpa-

¿Algo de alguien
Se asemeja a esto?

La telaraña siempre
Es inesperada-
Nunca
Se adivina su inicio

Como el amor a
Bajo las aguas-

Roma es no,
Sobre todas las cosas:
Inversión, amor ni-


La primera bocanada
Anunció tus mohines, Belle-
La afectación tu frialdad sonrosada
Tus joyas los sucios huesos del deseo-

Donde la trampa del bosque
Aproxima sus manos que arden,
Creeréis muchas simplezas
Excepto a las siete
De cada tarde-
Él entonces susurra la noche
De su nombre gemelo
Aunque dispar,
En el gran salón,
Con la presteza de su raza
Y la viveza de la presa-

La gárgola, entonces,
Respeta a la niña
Que devora animales-

Cuestión de razas-

Omoc oy yos
Omoc al aitseb omoc-

Im res se on
Y adan ed it-


Cuestión de órdenes-des-

¿Marino, por qué tiemblan tus iglesias?

Alos nev-
Rama la ram-
Et oma,
Nis y on,
Olós se-

¿Espejo, por qué tiemblan tus reflejos?

Lo Sur es no
Y nada de nos-

Donde nadie,
Te pertenezco-


Yo libro libras libra-

Nosotros

¡ah, silencio!











Antonio López Medinilla,
sajando el SUR-sub, XI


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