19/3/08

Pájaros tristes-





Deslizo la palabra

De luna oculta,

Y palimpsestos
Trenzan

Las estrellas-


Los besos de LA
Conforman las cloacas

De tu resurrección,
MagdaLA-


Territorio del pantano-

Estoy conforme-


Arrecife de ti-
Estoy conforme.


Estrella

En los rincones

De los ángulos claros-

Tu Oz de hoz,

Sin mi-

Cuanto hallo-


Entiendo que
Me defendería

De la misma muerte-

Pero es negro

Como yo,
Como LA,
Y da miedo-
También lástima-


Para mí,
SIN-

Para sin-


Sucede sin-

Es necesario-


Pasajera, primogénita,

Tu cabello se incendia-


Sin nacer he visto te-


¿Eres o disparas?


Una Cruz,

Im/posible

En lo posible,

Me cruza

El costado-


Alguien dice MAR

Y las aves alzan el vuelo-

Caen las estrellas-

Me abrazas

Y anochezco-


SUAVEMENTE NO, me dijo,
Como un pájaro triste-



.




Antonio López Medinilla,
de espa(l)das al SUR-sub, IX


10 comentarios:

  1. pues me han gustado mucho tus serios juegos de palabras, rizos de ola que me hacían volver a pensar en la magia de los versos leídos.

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  2. ¿eres o disparas?
    heme punto ciego
    blanco franco

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  3. Gracias, Gaia, por ese bucle de lecturas, y bienvenida al sur-sub.

    Antonio

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  4. Querida Eleonora Requena, punto ciego y blanco franco para el tordo tintineante. Honras por su visita.

    Con afecto, Antonio.

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  5. Ay, leerte al tiempo que suena el piano te deja el alma encogida.

    Un beso.

    X

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  6. Sabes, X, bajo la premisa-adoración de los pájaros tristes de Ravel, la pasión soterrada por el piano de Pilar Bayona y su estadía en una oscura Zaragoza pos-guerra, un joven Cirlot, afilando sus espadas-intuiciones iniciales, escribió un librito reciéntemente desenterrado: "Pájaros tristes". Libro inicial e iniciático, de una ternura y tintineo magistrales, un Cirlot disfrazado de Bécquer cubista dibujando música en los aires con sus palabras en bucle.

    Al comentarme tu lectura a la par de las notas de Ravel y el estremecerte, me hizo ir allí, retroceder en el continuo espacio-tiempo donde soy y nunca estuve. A aquel salón donde Pilar encarnaba en sus dedos las aves y Juan Eduardo esbozaba en silencio perplejo los versos que volarían; sentados a su lado, usted y/o yo,
    ¿qué clase de trasmutación nos aguardaría?

    Un abrazo, amiga.

    Antonio.

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  7. ¿Quién sabe en qué nos transmutaríamos? Tal vez en pájaro temblor de plumaje azul... o en sublime llama. ;-)

    Yo también te abrazo.

    X

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  8. Finalmente es uno, X: ave en llama, si llamas.

    Abrazos, querida amiga, ante el piaNo de su maNo.

    Antonio

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  9. Estoy triste en mis ojos de silencio / porque nadie comprende este paisaje / ni recorre la noche hasta mi llanto.

    (así son los árboles agónicos de Cirlot)

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  10. Citar a Cirlot es rozar el sonido de la verdad que nos pierde y fascina.

    Abrazo en la espada, mi estimada escritora.

    Antonio.

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