¿Señora de las Bestias,
Recuerdas las aves
Que huyen del árbol
Al besar Lo No?
Desconocen Las Escrituras:
Están vivas-
Vivir sin
Respuestas ante el espejo,
Entregando un destello,
Cualquiera,
Cuando apenas hay
Semejanza en las semejanzas-
Un castillo miserable
Acogerá mis riquezas-
No pasarán-
Sobrevuelan-
Me da/sin
La Herida,
Sed o torrente,
Que ardan tus manos,
Que aguas nos hablen,
Que nadie te nade,
Que nadie recuerdes,
Que aves-
¿Qué he de revelar, Tiresias?
¿Qué futuro sin vida
Ni ojos, ni espada sin?
¿Qué arrojo?
Dijimos que
Cuando la larva retomara
El marasmo de tu sangre,
Hablaríamos,
En la mente de la carne,
Del alimento del ángel, Bestia-
¿Cómo se logra, Ur,
Cubrir Lo Bajo?
¿Cómo escribir
Lo No Hecho, Sur,
Que oculta el mundo?
Rata griega entre helechos,
La pregunta
No precisa una respuesta-
Eres todos los nombres-
Ninguno, por tanto-
Ah!!! llegar aquí a este yermo que tengo por hogar, repleto de complicancias e inquietancias, hogar este blog donde no me aburro... La valiosa cosicosa de los versos...
ResponderEliminarUn abrazo, Daniel Battilana.
Estimado Don Daniel, grande honor su visita a estos lares... alejado el susto de "no somos nadie".
ResponderEliminarUn abrazo, nuevamente. Antonio Medinilla.
La Nada y el Todo son hijos espurios de un mismo padre.
ResponderEliminar¿Padre, nos recuerdas?
ResponderEliminarÉramos ni, tu/yos.
Antonio.