Yo, que estuve sentado bajo los muros de Tebas
Y anduve entre lo más bajo de los muertos
T.S. Eliot
I
las oraciones no son oscuras
ya no existen en este mundo
no sucede
y sigue sucediendo
así comienza
y nunca acaba
II
-¿Me ves sentado?
-¿Ante el espejo?
-¿Te vas?
III
a orillas de no sé dónde
lloré
lloví
y me senté a rezar
todo inútil no
IV
los círculos gimen
la hoz en la hierba
eran la noche y la loba
la arena
el perro morderá la noche
su imagen arrojada e inversa
V
la perra lamerá mi sexo
la noche sin imagen
la noche un verbo
que despierta
en un viento de cenizas
VI
en la espiral
rota y sola estrella
en el fulgor de la oración
VII
el silencio de la nieve
en el sueño de la oración
VIII
el silencio de la nieve
en la espiral de un puño
bajo el sol
IX
el nombre oculto de las cosas
llovemos
las piedras
amarillas y mancilladas
decimos el silencio
lloramos por nosotros mismos
bajo el sol
bajo el sol que ladra
el círculo de la amapola
y el silencio,
compañero ángel
X
te esperaba
en este rincón del mundo,
y sigue sucediendo
Antonio López Medinilla