Los bosques avanzan
En la sima sonora
Que anuncio desnuda-
Pasan de largo ramas y ramas,
Y sigue sucediendo
Sin mí, tan necesario-
Aún espero-
Fogón de la antinomia-
Y ésa es
Tu edad dormida-
La nube asfixiada
Del cabello
Bajo las aguas, K,
Calcinando el reino
Sepulto y azul
Protección-
Mis hijos peces
A una profundidad indecorosa
Dan a luz en el mullido abismo-
Devoran el fruto del olor abisal-
El blando color de la hembra/madre-
La letra de tu nombre, Ur-
No tus palabras, medusa-
Musa, no son tuyas-
Le competen al rencor
De la voz por el Verbo-
La enorme coraza
Donde no cobijo
Las aves santas
Que escriben los cielos-
Aves o nadie-
Nada real
Me salve-
Atesora
Los hierros necesarios
Para el hogar
Bajo el tiempo-
Un movimiento de amo y señor,
Que amó/sin,
Avocado a ser jalón de hierba
Cuando las piedras hablen-
La espada de la añoranza,
Vida muerta,
Lontananza que
Desgarra el mar
Que señalas, sur-
¿Y la letra?
El cielo reseco,
Y en la vida como
En la muerte come,
Las aves se incendian
Al pie de tu nombre-
Sílaba
Resurrecta
Bajo la amapola
De una carta perdida-
Aunque Irene no
Reconoce mi abecedario-
En las algas
La añagaza
De olas que rizan
La Perspectiva
Todopoderosa-
Persiste en el diario
Y en las rompientes de la Voz-
Un holocausto vertical, dormido,
Antes de la nube cenicienta, negada,
Y el tránsito de las polillas
Hacia el fogón de la entrepierna-
¿A qué huele tu carne?
Por la gota
Del rito iluminado
Liba las sobras
Del plato de todos-
Residente en la nube-
Mírame, sin embargo-
Aprende a cantar
Bajo la lluvia-
Añorar la fuga-
El hogar de nunca
Me circunda-
Espacios derrumbados
Ante la Organizadora
De mi tristeza-
¿Y
Si las aves
No despiertan
Los árboles?
Lo sé, y sabes,
Escribes, eras
La ceniza innumerable
Desnuda en la llama-
No te observes-
La gran dama,
La peste negra
Aguarda a las orillas-
Pasan negras y balan blancas-
Escapan las olas
Como escapa la verdad-
¿Cuántas estrellas
Te urgen en el cemento?
Las paredes son muy necesarias-
Mas no vea yo un techo,
Y menos aún blanco,
Y menos aún celestial o seráfico-
Al borde de mi cuello
Escrito,
La muñeca negra
Del sentimiento paisaje
Me nace-
Aquella plaza,
La plaza-
Aquel pie,
El pie-
No te pertenecen-
Tampoco te perteneces-
Estoy conforme,
Aunque el verso en esqueleto
Adopte el volumen de
Cualquier carne-
La secuencia del atardecer,
La cruz en el pantano,
Se ufana en la estrofa
Que ignora
Toda continuidad-
Me cura estar allí,
Roto en dos mil pedazos-
Sin cesar
Ni ser-
Si sucede
Sucede sin,
Esto es,
Sigue sucediendo
Lo no y en consecuencia-
Mi cuarto mundo,
Estancia donde
Estrella me besa la maNo
Luego del disparo
Y antes del pie-
Perdida la estancia-
Constancia muda-
Me estremece
Verle tan cerca-
Es obvio-
Por el horror, Belle,
No soy el espejo de tu morada-
Sí o sí
Asalto tus malos vientos-
Aquí debí nacer,
Fragmentario,
Arqueando las capas inconclusas-
Aquí aún exista
En la doblez de la vida-
En la falda de la boca muda.
En la desparición-des.
Puedo ver sin vivir
Todas las vidas
En ninguna-
¿Es igual a la existencia
En ninguna parte?
No vive sin
Ver lo No-
Del hielo si dentro,
La hoguera me corrompe
En cirios que se agrupan-
Siendo y no siendo
Amapola y disparo-
Llama en lo ido-
Abandoné en la llama-
No llama la llama-
Llamé lo ido-
¡Qué problema,
Mientras laceras
La espalda rota
De mi vida!
Todo movimiento es disgregación-
La existencia rota
En esencia y consecuencia-
¡Ni pestañees, Bestia!
El orden anterior
A toda palabra de hierba
Acunada al soplo-
El vórtice, la Posibilidad-
La capacidad de mutar
Nos halaga en cada brizna-
Cada página, suavemente-
El silencio es pétreo,
Es libro y fosa-
Antonio López Medinilla
sajando
el SUR-sub, X
8 comentarios:
Amigo, me sentí navegando en un río... uno donde sus aguas me llegan a un interior a veces olvidado. Saludos.
Gracias, apreciado Nervison, por la visita y amables palabras navegantes.
Antonio Medinilla.
Serenidad expectante
un tumulto de colores
en potencial estallido
Sabiduría tejiendo urdiembres
acantilados en sombras profundas
Contraluz en movimiento
eco
equi-distante
trazando figuras
en la densidad de mis aguas
K
Veo que la palabra lleva a la palabra como aguas al agua. Miro su OjO de aguas.
Un abrazo, amiga.
Antonio Medinilla.
A veces los abismos/simas están a la vuelta de la -nuestra- esquina, ¿verdad?
Un guiño cómplice.
... X
Antonio, me he sentido a la deriva en el mundo río, este poema de bosque acuático despierta una criatura dormida. Al caer el fruto en el agua, las ondas tocan lo indecible.
Esas palabras:
"Estoy conforme,
Aunque el verso en esqueleto
Adopte el volumen de
Cualquier carne-"
quedarán en mí mucho tiempo
Lilián
Naturalmente, querida X, a la "vuelta de la esquina" de todo CUANTO SOMOS.
Un abrazo en letra y uña, compañera.
Antonio.
Mi estimada Lilián, cuanto me complace que hayas rescatado ese fragmentos entre fragmentos. Define el poemario.
El verso en esqueleto es el único posible, en este contexto del poemar, para expresar un sentido abierto, para modelar una ruptura de lo preestablecido, para el salto a lo otro. Se adapta a cada paso, es cada paso, y sabe pasar.
Un abrazo, mi estimada.
Antonio.
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