16/3/08

Aprende a estar sucia-









Nadie puede oír
Cómo lincho a mi hermano
Al alba, en lo añil-

Mírame, no obstante-
Aprende a estar sucia-

Declamo cada resquicio
De tu horror, mi honor,
Mi código-

Vos sí ves
La bazofia y la arcadia-
Hablás en sueños-

DON-de-escamas,
Pero ello no me incumbe-
Estoy conforme-

Perdí la voz a ti debida-

Quedando en tinta-
Pariendo un monstruo-

¿Me das fuego, Bestia?

El débito herbáceo,
Y la nada lo intuye-
Donde nadie y donde nada
Calla,
Donde tú me nombras no-

Bestia, no muerdas lo tuyo-

Me gritan
¡Saltarello!
Los nombres de tus hombres de hierro-
Permito sonreír a la muerte-
La Maga ausencia desalmada-

La iglesia, derruida
Por animales hambrientos-
¿Es enfático?

No ofenden el nombre de la Roca:
Te acogen sin corona, Mi Señor-
Tiernos vasallos moldeables
Cortarán el pescuezo de tu alma-
Y tú cantarás sí-
Cantarás-
No temas-

La voz que no fue,
Se viste
De andrajos-
Retorna a la arena sur,
Retorna a la ciudad
A MU RA LLA DA-

Sin mensaje,
Para ser LA-

Rompo
El cristal para
Dártelo-

Antonio,
Huye-
Estás quebrado-










Antonio López Medinilla
de espa(l)das al SUR-sub, IX


2 comentarios:

Madame X dijo...

¿Se puede pasar por esta vida sin ensuciarnos?

Un beso:

X

antonio medinilla dijo...

No, por supuesto. Incluso se le coge gusto: da para mucho lo sucio-limpio-oculto. Todo se justifica en su contrario, y así el exceso de tinieblas será el fulgor de la estrella.

Abrazos, X.

antonio