¿A quién
Vienes
A buscar ahora,
Bajo la roca sola
De la mar serena,
Bajo la seca loza
De tu voz sin mí,
De las voces muertas,
De mi voz sin ella?
¿A quién vienes
A buscar ahora
Si no son,
Si tus horas suceden
En el palpable silencio,
Juntos y solos
Bajo la tierra?
¿Qué importa la lánguida
Espada al alma
De tu disparen,
Si no fue escrito?
¿Qué es lo que ven tus ojos?
¿Te miras a ti misma?
¿Acaso no te recuerda a alguien?
¿Y cuando
Va a esos sitios?
¿Es seguro?
¿Cómo se llamará?
-¿Estrellita?
¿Seguro?
-Sí, al Sur sin.
¿No es tarde para ver murallas?
¿Si te salvo a lo no,
Prometes volver, Bronwyn sin?
¿No es acaso un compromiso?
¿Deviene del cielo estético
O del infierno ético,
O de tus horas boscosas
De carne y hueso?
-¿Cómo te sientes, ángel mío?
¿Quiénes eran?
¿Hablás?
¿Dinos qué mano, qué senda,
Quién nombra,
Compañero sin compañero sin?
¿Recuerdas el Pasodoble
De los tiempos simples
Que halla el sin-lugar,
Lo-nuncal, Estrella?
¿Quién era la mujer
Que no reconoció?
-¿Ángel del Hombre, estás enfermo?
¿Por qué me visitas en la llama,
Remordi/miento?
¿Qué haces a mi lado,
Experiencia?
¿Dónde él?
-¿Me das fuego, Bestia?
¿Florecés, acento?
¿Es enfático?
¿Y tú, qué ansíabas, Belle?
¿Tal vez el cielo que
Siempre fue asma?
¿Nadie nada tus nadas?
¿Y tú me escupes?
¿Cuándo crecieron las hierbas,
Las huellas, las algas,
Las olas, las alas,
Desierta Belle que no?
¿Eres o disparas?
¿Realmente, no estás sola?
-¿Y los otros?
¿Otras?
¿Cómo cosechar la quimera
Del árbol que repudia
La realidad del fruto?
¿Quién nos habla?
-¿Vienes, compañero ángel?
¿Por toda herencia, aquesto,
este no que nos firma?
¿Puedo no ser, y morir?
¿Espada de cristal, Bestia?
¿Se oirá en las olas?
¿Realmente has muerto?
¿Realmente espada?
¿Cantas realmente?
¿Qué fue de
La vida en los otros?
¿Qué escuela eliges
En el fondo del mar?
¿Sentirás vergüenza por ello?
¿Un retozo verbal?
¿No canta demasiada muerte
En La Muerte?
¿Es obvio?
¿Hubo copa?
¿Por qué se alimenta?
¿Cómo es posible?
¿GlamoRosa?
¿Y la letra?
¿A qué huele su carne?
¿Y si
Acaso las aves
No despertaran
Los árboles?
¿Cuántas estrellas
-dejos del no-mundo-
Te urgen en el cemento?
¿Y en la palabra?
¿Es igual a la existencia
En ninguna parte?
¿Lo recuerdas, manzana?
¿No es suficiente
Signo de humildad?
¿Y no respiras?
¿Comimos lo intocable?
¿Inalcanzable duque
De las expirantes,
Hemos inhalado
Antes de tiempo?
¿Por qué
Bajas del cedro?
¿Y si no se oyen?
¡Por todas las huellas
Y sus santas,
Mi Señor,
Qué iniciará
La espada
En las aguas
Que me hablan!
¿Algo de alguien
Se asemeja a esto?
¿Marino, por qué tiemblan tus iglesias?
¿Laico?
¿Cruz?
¿Dado?
¿Ladras?
¿Espejo, tiritas
Si lo sur da no,
Da la espalda,
Al árbol de Nos?
¿Padre, por qué me has abandonado?
SIN
EL
SUR
Antonio López Medinilla,
de espa(l)das once veces
AL SUR Y SUB LA.
2 comentarios:
¿Soy o disparo? En el enigma se contiene el significado profundo de la vida...
Sea, siendo y no siendo la pregunta y respuesta, disparo la letra en su letra, amiga.
Antonio.
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