18/11/09
de AVANCES, 4.
MÍO EL ÉL -ladra.
Expulsado de mi madre
En la montaña,
Encarno el prójimo
En el cielo derribado,
El hombre derribado
En el rosario de sus huesos.
(de ayer)
Del tiempo no como
Como yo como
De su mano sin tiempo.
(del hoy)
La orquídea
Silvestre,
Santificada,
Hoja por hoja
Adornada
De rojo ajuar-
-¿Dónde los insectos?
¿Qué dirán bajo la tierra?
-Santiguados arañan
lo blanco en lo negro
cuando su tierra florezca.
El molino no gira.
El cielo giró con
Sus mudas estrellas.
-¿Algo más de mí?
-Sí, las fronteras.
DEFENSAS ORGÁNICAS:
-No leas, escriba,
cuanto trazan mis manos
en su palabra feroz.
Reproduce las
Espadas en mi garganta-
Dulzura de digestión-
Hic jacet, y sigue sucediendo
La carne en la carne,
Lo verbo en La verbo,
El él en lo ella-
Blanca adoración el caballo
De su cabello, vello, bella-
El rito modula el silencio previo a la palabra en el árbol, vocaliza la existencia desnuda.
(de él)
La sed expresa el miedo en el desierto: sólo calma en la lluvia de su rito y en la llaga del placer amarillo cuando ella renace de las aguas ante el varón final, arrodillado prisma de padre la, hijo de la, ángel la, bestia la, humeantes sus actos de orín y espuMar en el altar.
Fue antes del Tiempo, a tiempo. ¡Milagro!
(de él, turro)
La primera vez
Desde mi nacimiento,
Bajo LA bruja en,
Tuve miedo de
Estar muerto-
Alabada sea mi cruz
En el cruce de los mares-
No estás sola
sajando
El corazón de tu esposo-
Un hombre
fragmentado
Aún tiene manos-
Antonio López Medinilla,
desde Adrogué, bAires, en LA.
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