“Yo soy un ser humano a pesar mío.”
JUAN EDUARDO CIRLOT
Todo ángel severo es un beso
En un batir de alas solas-
Todo ángel es rojo en un pacto
Que ella sella-
Todo ángel canta las aguas
En las aguas de sus aguas-
Curso exasperado de alas,
Olas cautivas que espiran,
Cautivas olas que inspiran
Las aguas de sus aguas-
El ángel del hombre,
Un nombre sin rostro-
He borrado mi rostro-
Ése es mi nombre:
El rostro del ángel-
Humano y verde, a pesar mío, entre ángeles
En el bosque que apenas duerme-
Lobo y compasivo en el bosque rojo,
Rojo y lobo en el bosque ángel,
Salvaje donde lobo, bosque y compasivo
En el rito del agua alucinada-
Un solo gesto de su mano, y la piedra
Aúna ángeles y bestias en un gRito-
2 comentarios:
Piedra,ángeles, manos entrelazadas, un grito, los ritos.... la condición humana tan angélicamente endemoniada, tan incompresible y cotidiana, tan elevada en su cayendo que no cae pero confunde. Tan fundida de Infiernos y Paraísos.
Antonio, recorrer desde tu Poesía tantos acantilados es un viaje necesario y deslumbrante. Un riesgo que no nos pone en riesgo porque siempre hay un rescate.
No preciso repetirte que cada visita a este tu Lar siempre es un retorno a la Palabra Poética más respetada. Este Lar es un Templo.
Mi abrazo de barda, amigo Poeta.
Virginia.
Gracias, Virginia, por tu comentario tan amable. Y sí, todo ello se intenta, se balbucea en estos fragmentos circulares. Un honor siempre tu lectura, amiga.
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