13/9/08

el SUR-sub, XIII (segunda parte)

el SUR-sub, XIII 
(segunda parte)



Lo recuerdo SIN- ¡Detente! ¡Esferas! No recuerdo- Ardo- Acallan al ahogado azul de Europa, el cometa anunciador de Magdala,  Voyeur de la nunca nada- ¿ESTAMPAS DE SIN? Usted abandonó mi tierra- Fragmentos- Monedas del zahorí- Sur de la ausencia violenta- Norte a lo no debido- Es todo cuanto hay que cavar- Fragmentos- ¿La Historia? Innecesaria- Tiritas, enumeras bajo la cama de todos los males, Bella bestial, las aguas de las aguas, los panes del milagro, las algas y la resurrección- Verde luz de Ur- Verde cruz si Sur- Devotos, retornan los No-hechos, en este instante, aunque sin persona- Escritura sin persona- La sierpe en noir sucede, sigue sucediendo, compañero- Respira sin aire lo que fue aire reinando los hierros- Óxido, otro siglo, este instante- ¿Padre, por qué me has abandonado?
La vie en noir no acaba, aún espero- Donde no hay nadie, observo la Flor en la sombra- Donde no hay nadie, el fonógrafo nada canta- EL SUR: -Cantas como si no pasaran. Los pies desnudos de la sierpe juzgan la estampa de mi sexo en exceso bucólica y descriptiva- Sisea sus razones- Lame un hueso- De soslayo, la manzana reverbera en la ausencia- Demudada, anudada, facial, intacta fruta- ¿Qué hora hemos de ser, compañera, en la hora de nuestra hora? Entre dos sexos, no hay ángel- Hay tiempo sin- Éxodo por la lluvia- Abrazadas al árbol, hermanas, mis reflejos- Los metales rezan mis noches- Reza por mí, compañera- Confesión que pregunte LA sin que afirme- Cierto que el árbol florece de lo imposible- Cierto que hablan las hojas como aguas que arrastran las esquivas nombradías, ramas amadas- Un código suspenso SIN LAS abre las aguas, como santas escrituras que rompen los mares- Autor lector- ¿Hubo diferencia? Apenas hubo existencia, apenas una brizna de hierba basta para sentirnos desgraciados- La palabra, entonces- La Danza nuevamente- No diré más del dolor- ¡Que tiemblen las manos! La semejanza del mundo semejante a Mi No- Late el universo sus ocultas razones victoriosas- La serpiente ha girado, sin final o inicio- ¿Por qué nos hablan? No somos signos sino perros que ladran- ¿Acaso ignoran La génesis de nube que ampara nuestra carne de insecto, compañera? Mágico ha de ser cuanto ignoro- Mi violeta boca, ángel- Nuestra violenta descomposición- Flores- ¿Ves los colores? ¿Y la guirnalda aue abrazan tus pies? Justa y necesaria- Mírame o no lo hagas- Es indiferente- Te encuentro al menor gesto de mi mano- Si respirasen mis hijos, bajo las aguas, en el pantaNO, rodarían otro canto- Pero no es La Historia- El miedo sea la primera mano al reino de los cielos- Deambulan a mi lado, y sigue sucediendo- Acaban de pasar- La ausencia es una muerta que camina las calles en Otra Calle- Dios no asistirá- Acaba a mi lado La lluvia- El mar entrega un espejo de lo que nunca es; siendo no bajo las aguas, ángel mío, bien sabés lo que un hombre no sabe: tu acento oleaje, extranjera: la palabra, el silencio no dirá nada que ignorásemos en un mar de páginas, y el faro. Rota la mano abierta resto al sur la imagen que me invoca en la lobera, en la noche cruel- Qué dulzura- Arriba y abajo, tu maculada pureza en el film de la sombra, Irene- Mientras agonizo, ordenas las cartas- HOSANNA- Sin las alas, arrojadas, te apiadas de mi visión agónica, vertiginosamente espiral y caída- ¿Quién va a nacer? Observo la flor en el suelo- Mientras callo, hubo nacimiento- La nada es el primer verso- Cántame, Cabaretera, la balanza quebrada que fue mi sino- La pérdida sin beneficio, las horas del café, qué fueron sino la herida en el ojal, palabra sin la hoja, el cajón nunca abierto- Las manos de mi hija: Aves raudas de sin, detienen el progreso de mi caligrafía- La ciudad deshabitada y provincial proyecta el film de tu nada- Te observo, y arrojo mis ojos, hundido en la butaca- Lloro tu ausencia cartaginesa: el mundo ha conocido su punto exacto de tristeza- ¿Tu Nombre? Me has olvidado- Sí, bajo la almohada, donde nunca- Ahora no puedo ver a mi hija- La hierba está llorando loca y sola- Ella es la furia del ángel- Ella o la espada- La memoria del hombre que he cantado- Sin anécdota, el viento gira la página- Me muestra otra en blanco- ¿La misma? Donde tu no, Irene, marco el paso del libro al olvido, hasta hoy, donde tú y mi no reinan los ríos- El Sur, que es pasivo, actúa golpeado por lo Norte, que es lo Herido, que es Irene Ríos, que impone su risa fortaleza, el total fracaso del discurso sin los hechos del deseo. Tu licor conmueve a los muertos- Un palabra tuya bastará para salvarme arañando los cerros, donde abandono y te exhibes- La misma sangre de las aves nos separa entre árboles y vocales- Giran los vencejos mi memoria en la cruz del sur- Lentamente sus ruegos desaparecen- En círculos, anochece un golpe de azul y olvido- Sigue sucediendo la Estrella, Magdala, donde nadie, fugaz precisión del disparo o lo rosa- Todo parece real antes de serlo, en el No Tiempo. Una anticipación ignominiosa para mi voluntad. Nombrarlo me hace invisible en lo oculto del baúl (alambre y tenazas), o lamentable en lo concreto del sudor bajo Otro Mundo por decir. Las nombradías muestran sus ruinas, esquinas de existencia: son esquivas: víctimas, victimarias, ciegos, serpientes, videncias de los cinco secretos se mecen en las hierbas que huyen de mis ojos. ¿Me creés? Donde soy yermo tú no vengas, Estrella, el amor no es un palacio- Fotograma a fotograma, Voy siendo el final porque nunca supe lo que era eso-



AMEDINILLA 

2 comentarios:

Amapola dijo...

Me permití entrar a tu blog,por ello te dejo unos saludos,pasaré a leerte de nuevo!

antonio medinilla dijo...

Tenga usted un hogar en este yermo.

Saludos, Antonio.