Aparecida,
Apareada-
Marcas asfixiadas
En el Coro:
La Bestia, la Estrella,
La Sierpe, la Gaviota-
El corazón relata
En la Piedra-
La piel de la piedra-
Algo de alguien, allí,
Se arrodilla
Aproximadamente nunca,
Aproximadamente sola
Donde nunca-
¿Me leés sin nacer?
NI –dicen las aves.
Despertás cada mañana-
¿No es acaso un milagro?
Siendo no,
Érase una vez,
Compañero ángel,
Sólo una vez,
La última llamada
Al Sur
De la magia y la muerte-
Tu alegría es incontenible-
Danzás conmigo, mi pequeña
Gris de la Sin, florecida,
Espiando mis pecados
En el Círculo de Oración-
La Cruz del Sur
Es justa y necesaria-
A A
PA PA
RE RE
CI A
DA DA
Oro por ti,
Innombrable-
Antonio López Medinilla,
de espa(l)das al SUR-sub, XII-1
9 comentarios:
A veces, tus versos se parecen tanto a una plegaria.
Un beso.
Alcestis nos ampare cada amanecer.
recemos por ese algo de alguien
en la lágrima magullada del silencio.
Un saludo
Vanesa Aldunate
Qué crees que rezo, querida X?
Mientras amanezca otro, es suficiente, Pura. A fin de cuentas, soy más humilde que las ratas. Un abrazo, amiga.
Sin silencio, qué nos queda, compañera, escribiéndonos la piel de la roca? Un abrazo, Vanesa.
Hay cosas de las que escribes que me dejan muda, no sé porque, pero quiero hablarte cada que me pasa, a veces veo que camino en un sitio distinto, cuando reviso lo que escribes..-
..a veces me encuentro de frente con el misterio...
Saludo! Antonio.
Medi, soy Manolo Guerrero, de Estepona. Hace un año me dijiste que te ibas a Argentina y por lo que he leído por aquí estás dedicándote a la literatura. Espero que te vaya muy bien. Escríbeme y me cuentas.
Un abrazo muy fuerte desde España, Medi.
Manolito, mándeme un correo a saladelas@yahoo.es. Besos a Nina, y al mar. Tu amigo, Antonio.
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