El seco mar de tus ojos Impide en la gesta de los pasos Entrever las redes Del extranjero extravío-
Yaces en paz Y en guerra Escribo la tú-
Ni salir a la superficie De otras manos que Llamen llamas-
El tremor que aísla La dureza de tus aguas Nos ablanda, Moribundos tuyos-
La sospecha de no vernos Ocurre de improviso-
Ciegos en todas direcciones Sin ese modo y color De lo latente verdadero-
Sé morir de palabra, Compañera ángel- Morir y venir-
¿Cuál tu dolor? ¿Qué tal tu color? Volaré. volará En mil pedazos negros Por amor a La múltiple boca Del enigma Que eras Por los siglos de los siglos- El cielo cayendo- El cielo callando- Cruzando la calle- La calle siendo la Acallada-
Rezamos en la verja- Por ello respiramos-
Esto es lo que somos Bajo la Máscara, cáscara, Espina esperando El fruto sin, Cuerpo de alma-
La infanta devorada Lanza la flor- El monstruo arroja la niña- El mundo lancea un monstruo- Todos flotan en las algas-
Hasta el infinito, Tu misericordia Como punto de fuga, Hoja por hoja, Minuciosamente Arrojadas-
Mora donde otro, Ánade ángel- Compañera, nadie y sin embargo-
Dentro de la espiral, Cerco del centro, Da su brazo a torcer Por la ternura de un gesto Que arroje los ojos Que hablan sin mí Bajo las aguas-
Marea mareas, El ángel lejos, El ángel cerca- Si tu sí, Si tu no-
Algo sé del Hallazgo- El encuentro Como el reino, Han de ser Un tropiezo más- El Zar del azar-
La necesidad De transparencia Es la suprema cobardía Del Ángel, Compañero hombre (compañero ángel)-
Como espinar espirales Como cardos en coro Como jilgueros heridos En jaulas de fino hueso- Como tú no-
No debiste contestar, Compañero ángel, Y ocultar el costillar-
Arrodíllate, Zar Sapo, Y croa ante ella, No nacida, Antes de recibir Las alas de un nombre, La señal de existencia, El signo de la poesía- El compromiso de la nube Puesto que los ángeles lloran Cuanto saben-
Lo perdido es Demasiado humano- Siempre se es El único superviviente De un holocausto impreciso-