9/5/09

Tal vez me despierte el ladrido-







Que te condenes, aleatorio-
Pétalo a pétalo-

Las aves pasan, y callas-
Las aves cantan, y no-

Bajo la escalera,
Un soplo insignificante y mágico
Me invoca y te encuentra,
Ángel mío, despavorido-

Todo comienza
En la brizna de hierba
Que acaba en arcada
De color y patio-
Constancia de luz-

Considera la advertencia-
La Muerta no da sombra-
Genera un incendio perpetuo-
Se pronuncia mar,
Pero es nadie-

Todo lo color,
Y dolor la-

Sea así, arda
La sin-

Abrazas el árbol,
Y las hierbas cantan,
Libélula,
Lo erróneo
Del juicio
Entre animales-

No es indiferente-

Los bosques avanzan
En la sima sonora
Que anuncio desnudo-
Pasan de largo
Ramas y almas,
y sigue sucediendo,
sin mí, tan necesario-

Tal vez me despierte el ladrido-

Tan fiel
Tan hirsuta
Tan espada,
Apareada en la espiral,
En el ramaje de acres,
Te conozco, mi No-
Me tienes-

Pasa una nube-
Detienes-
Se inclinan las algas-
Te vistes, hermana-

¿Un retozo verbal?

Creo que
Realmente duele-

Oigo voces
Como antes pasos-
No me hablen entonces-
Dame tu espalda-
Que hable el sueño
Que todo pase-

Contaré las piedras en la mesa-
Te lo prometo-

El verso que más temo
Donde menos dije-

Holocausto de color
Aunque el semen sea blanco-


Antonio López Medinilla




4 comentarios:

Madame X dijo...

La Libélula, una de las ciraturas más feroces, bellas y efímeras de la Naturaleza. Metamorfosis de tu canto.

antonio medinilla dijo...

Metamorfosis de su lectura. También eres libélula. Espero, amiga.

Madame X dijo...

¿Quién sabe?, puede que sí.

antonio medinilla dijo...

Lo juraría.