L A M O R A L
de A V I A N A
@antonio-medinilla
Mi capitán, la moral de la tripulación nos desconsuela. Incapaces de ir más allá, de creer para ver, desconfían de cualquier juego que se juegue saltando a la pata coja, aunque sean idóneos, tal y como señalan los pioneros, para la escritura y sus carencias allende alta mar.
Maldita rayuela, capitán, mi capitán, nadie aquí llega al cielo prometido sino al fondo de aquel mar turquesa que nunca hemos olvidado. Y así no, capitán, no se puede. La melancolía nos pudre el alma retozona y rapaz, *bitte geh nicht fort, como este amor inconfesable por los nativos de San Telmo, a sus juegos de brincos extraordinarios y sacrificios, en nuestra selva de hormigón y flores.
de A V I A N A
@antonio-medinilla
-inédito-
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