28/2/21
de AVIANA
26/2/21
de LIBROS éditos : O L U M
10
A un xo’on experimentado le llevará de treinta a cuarenta minutos acceder al primer poema, a la primera hierba heurística, al primer bosquejo, a la sagrada eucaristía de las mareas. Martín Gusinde lo sabe y, sin embargo, ha nacido condenadamente blanco, enfermo, cristiano, efímero y vestido: en él la Visión sólo pudo florecer con un parpadeo y en el mismo parpadeo desaparecer sin mayor esfuerzo. Pronto se transformará en un xo’on peligroso para mi pueblo.
Mi y’aham’ lo sabe: los ojos lánguidos con marcadas aureolas de vicio, desde un tiempo sin medida, fijos en el mismo punto de su piel creciente, abre sus piernas brunas y acariciadas que gotean, araña y propone aquello que Gusinde desconoce: conmover la grieta y examinar la flora, amparar la brisa y la miel, el trinar y el espino, la carne cuando crece y decrece, explota o reingresa a mi pueblo a un mundo helado, bajo esta ardua labor amatoria.
El amor, de ese modo equívoco, es un trance falso para Gusinde, un falsete que pestañea hasta el próximo gemido que anide y se esfume, sin reciprocidad, sin arrojo ni compromiso. Martin entra y sale. Entra, sí. Pero él sólo quiere entrar, mi y’aham’. Y también lo sabes. Y el guanaco también lo huele, claro que lo sabe, lo sabe porque lo huele, porque aparece y desaparece cuando el hombre blanco se acerca (márren márren), un grito en el viento parpadeante.
–Cómo huele la carne del hombre blanco, qué usura.
«Entender no será suficiente. Ayúdenlo a nacer», suplicó el ákel de su rostro, de costado, frente a Mankasen de pie, de frente, frente a la cámara.
Los Selk’nam apodaron a Gusinde «mankasen», cazador de sombras (en lengua selk’nam: «man» es sombra, y «kasen», cazador).
¿Qué nombre me darán a mí?
A.MEDINILLA
24/2/21
23/2/21
22/2/21
21/2/21
de A V I A N A
de A V I A N A
20/2/21
18/2/21
de T E M P E R L E Y
17/2/21
de EL LIBRO SIN RESPUESTAS
¿Ladra un perro?
¿Un compromiso?
¿Adulaste a la luna
¿Te fue ingrata?
¿Qué dijo la dama, Belladonna?
¿Darían la vida por mí?
¿Por ti?
¿Y tú, qué urgencia,
darías la vida por nosotros,
la carne por ella?
¿Hice la calle?
¿Y el mar hermano?
¿Se parece a mamá?
¿Qué mal atestiguas?
¿Dónde iré?
¿Dónde irías?
¿Como un lago,
¿Y en mi boca
se derrama?
¿Lo sabes?
¿Quién sabe?
¿Qué derrama mi carne?
¿Qué deciros
¿Por qué no goza?
¿Soy una heroína?
¿Fui innecesario?
¿La misma pregunta, otra vez?
AMEDINILLA
16/2/21
de EL LIBRO SIN RESPUESTAS
¿Una palabra suya bastará?
¿No es suficiente
el corazón sacrificado?
signo de humildad?
¿Nací y tuve hambre?
¿Qué convoca?
y sin embargo transparencia?
¿Padre mío, recuerdas
cuando me buscabas?
¿Oros? ¿Solo?
¿Confuso?
¿Por qué te conozco
si no dije mi voz?
¿Qué me miras, animal?
¿Qué deseas de mí?
¿Acaso mi lar es piedra?
¿No hay señal bajo tierra?
¿Y hablan de mí?
¿Qué isla temerán?
AMEDINILLA
15/2/21
de A V I A N A
14/2/21
de PSICOLOGÍA (mon amour)
13/2/21
de AVIANA
acabo de recordar
las campanadas de mi pueblo
son las 4 de la madrugada
y saben dónde estoy
—en el cielo
y saben dónde estoy
—en otro pueblo
y saben dónde estoy
—en mi infierno
cada campanada
me recuerda
que soy hijo de los pueblos
a orillas del mediterráneo
donde nunca nieva
donde nunca nadas
donde siempre
te enamoras
demasiado tarde
donde nadie
dijo esto
y saben algo
tienen razón, ya poco importa
son las 5 de la madrugada
AMEDINILLA
11/2/21
de PSICOLOGÍA (mon amour)
de EL SUR SUB
10/2/21
9/2/21
de A V I A N A
si las estrellas del firmamento
nada dijeron
de la estrella de mar
y no lo han dicho
yo digo
que cuando te beso
en el bosque
hundo mis brazos
en la estrella
que es intocable
y que el lago de tu sexo
se altera conmovido
como bajo una piedra
aunque la piedra
nunca llegara
a vulnerar el lago
por ahora
AMEDINILLA
8/2/21
de A V I A N A
7/2/21
de T E M P E R L E Y
el padre ha muerto
aún no has nacido
el gato rojo y la oca
te persiguen, compañero
tu olor en buenos aires
no hay nada sólido
aquí
abajo
salvo las uñas
las oraciones ya
no son oscuras
no existen ya
en este mundo
desfallece
tu silencio
recurre
al nacimiento
de una dulce bestia
estos
no fueron versos
lo dijo el viento
tan vertiginosamente
y comienza
aquí no existís, conversación
no más estados
listo
no existen
nunca te limpié la herida
nunca te di un techo
nada de nadie
todos por nada
las páginas son blancas
qué misterio
y el mundo siendo
tan negro
AMEDINILLA