¿Me reconoces, Lilith Libélula, Cuando separas Mis palabras y cantas La distancia?
No olvides que La voz no es A ti debida-
Me gustaría creer en este libro Al borde de los OjOs, Y en la espiral de tus brazos Acopiando el cielo protector Que al atardecer se desmorona- Y sin embargo, insecto, ¿Cuándo mi voluntad Pudo arrebatar Su potestad a la Plaga?
Desfallezco como un miserable Al arrancarte las alas-
-Ya no huirás, compañero. -Tampoco tú, insecto ángel.
Ignora los signos en la arena, Ignora la misión de la hierba- La mecanógrafa es una estúpida-
¿Cómo se logra Cubrir Lo Bajo? ¿Cómo escribir El hecho del no ser Que oculte el mundo?
Rata griega entre helechos, La pregunta ya no Precisa una respuesta-
Eso me dice antaño, Antaño y axial, Donde el fuego de las estrellas, Danae, donde el cofre- Hoy los dioses No llueven Las llaves debidas-
¿Qué he de revelar, Tiresias? ¿Qué porvenir sin ojos, Sin vida, sin espada ni mí?
Vamos, viejo tetudo, Revélame qué sucederá- The sky is falling, nada-
Dos mundos en uno, Aunque siempre irás solo Hasta el último gesto De la hierba/Ur-
Recuerda que mis signos Son perros que apedreas- Te pertenecen-
Señor, ten piedad-
Entre los siglos, otro; Nuestra historia-
Quien canta no refleja Al espectador Del eco desfallecido-
Ésa no canta- Ésa no vive- Ésa me cela- Ésa me arena- Ella me Ur-
Por su luz, Pan es lo eVidente Del color como hambre-
Sin su luz, La vida es no En la arena ni-
Como sed-
Bebo hambre-
Se dice piedra- Se impone nunca- Se intuye no En este pabellón-
Ni usted ni yo- Sé huellas, secretos Que la mar ampara Y Diana oculta-
Rosal de la bestia, La muerta En la veleta- Dos planos, idéntica ausencia- El sur de las bestias donde Escribe el viento Actos bajo lo alto-
¿Y si no se oyen?
Las siete de la séptima tarde- La ausencia no se ausenta- Bestia, te citan: Per visibilia ad invisibilia-
Muecas Para no verla inmaculada En los números errados- Apenas un registro De entrada y salida, Lázaro, Desde la pasividad de su plaga-
Adán sin Eva sin Mí, compañero sin compañero-
¡Pardiez, Mi Señor, Qué inicia La espada rota Que en las aguas Me habla!
Te posibilitan-
No es posible ser Bestia sin Bestia, Aunque la rosa Trace su espiral En las púas y pétalos-
De espaldas, Algo de alguien Transmuta Por mi culpa, Por mi grandísima culpa-
¿Algo de alguien Se asemeja a esto?
La telaraña siempre Es inesperada- Nunca Presentimos su inicio Como el amor Bajo las aguas-
La primera bocanada Anunció tus mohines, Belle- La afectación tu frialdad sonrosada Tus joyas los sucios huesos Donde el deseo-
Cinco secretos dan pie-
El hogar Es un bosque Donde alguien aproxima Sus manos que arden-
No me reconoces-
Creeréis muchas simplezas Excepto a las siete De cada atardecer- Él nombra entonces su sombra En el gran salón colgante- Mediante la presteza de su raza Y la humildad de la presa, Engulle aves gemelas-
La gárgola, siempre, Respeta al infante Que devora animales-
Cuestión de rajas- Ni Tierra ni agua ni aire-
Is omoc oy yos Al aitseb emoc, Im res se on Y adan ed it-
Cuestión de órdenes-des-
¿Marino, por qué tiemblan las iglesias?
Alos nev- Rama le ram- Et oma, amad, Nis y on-
¿Laico? ¿Cruz? ¿Dado?
¿Ladras?
¿Tiritas, espejo, Si lo sur fue no Y árbol de nos?
Donde no hay nadie, Te pertenezco-
Libro libras libra- Al fin libre solo salvado-
Nosotros-
¡ah, silencio en los huesos de las ratas!
Deláteme al método De las disoluciónes -ya no es mi cargo- Pues vine a ti Desnudo y en llamas Para salvar La vida de un muerto Con el humo de llorarle-
¿Padre, por qué me has abandonado?
Nunca dije, Mortaja, Lo no, Ni el sí- No dije nada- No pedí tu mano Sin mí Que me envuelve Bajo el lino protector-
Me acusará el ojo: La inocencia con metales, La niña que inquiere El gesto abrasador de la respuesta- Ante el ser humano Los ángeles enmudecen-
Somos cuanto desconocemos-
Te ofrecí la boca del sur Como te di la cruz del sur- La salvación de las bestias Que deambulan bajo la lluvia Y ladran en la noche que nos roza Que ahora soy el péndulo Que busca las aguas ocultas-
Mira bajo tu almohada, Estrella, Aquél que te habla Y eres no-
La humilde brizna de hierba, compañera, acógela en tu bolsillo; pronto cubrirá el mundo de los abundantes, vestirá el mundo de los escasos, donde ocultamos todo el amor propio.
No mires para ver Cuanto supe olvidar En la hierba que nos ampara-
Abrí los ojos- Cerré los ojos- Amanece y anochece Dentro de mí-
Soy mi eclipse, Silencio y camino-
Mi no-
Me hablás Como crece el musgo En la sombra, Por humedad y hambre- Cuando no, sí- Cuando sí, no- Calendario- Rezamos toda la tarde, Dentro de la noche- Éramos noche-
Éramos no-
Anocheció de repente- He herido Al sol implacable-
Mito arriba mito abajo Reconozco el cuadro- No me reconoces-
Equis luces, Y poco más, bastan, Mi loba sin vida-
Apenas 43 golpes No me apenan, Pero bastan-
Del dolor al dolor, Olvida el Dolor-
Otro yo- Lo nunca yo- Lo no, en otro- Lo otro, no- Yo, Sin otro-
LA sin mí Es sino, Y calla Si halla- Si ME DI Si NI YA-
La distancia- Nombrar la ausencia: Besar la ropa Desgarrada, Belle, En la roca que te roza Como yo no puedo Recordarte-
Mi tiempo: nunca- Mi amor: no-
Precisémoslo: NO NUNCA YO.
Clamor de hierros y cascos, Tremor que no acallo Ni encarno- La batalla afortunada Que arañó la nada- Aunque ahora observe Las aves, La avenida Donde me hablás, Herida en el siglo otro-
La iglesia te alza Cuando el mar retrocede- Una espadaña de carencia Atisba cantos rodados Distintos y necesarios-
No hay canto-
El dulce veneno De la sierpe en noir, Su espada vertebral-
¿Comimos lo intocable?
Prosigo en silencio Por la arboleda Mordiendo la manzana Que nunca da su palabra-
Y todo porque Respira la Rosa, oh sí, Y no sugiere el aroma-
Hueles mal, obrero-
Conócete a ti mismo-
¡Qué vergüenza!
La palabra no dice nada de cuanto olvidamos; silencio de mil fragmentos que apenas se recuerdan: razón suficiente para girar, maculados, en la periferia, buscando los eclipses.
Disperso Entre raíces inmensas Y cristales rotos, Mago, Tu imago de no y nunca Pero siempre ELLA-
Señala El milagro Del árbol de luz, La mano que no, La fruta que nunca, La zarpa que De la ausente rama calla, y mentidme por piedad-
Transitan -sí de mi no- Buscando LA/árbol/era-
¡Pena! La manzana Ya no es un fruto-
-¡Sólo un brinco, animal!
No des un paso más- La ira de cuanto llega Roza la tristeza De cuanto va- Anudar ambos caminos Es imposible-
He aquí La Teratologica Dama que Des/oriente-
Leer y beberte- Besarte, Restaurar la rosa, Y que seas Otra-
Bajo la Bestia, Ella, Bella, Como bestia-
Iniciática Estrella Arroja su sexo- PORTADA Sin novedad-
Ur al Sur- Ciudad Dentro de la ciudad- Se huye al mar Dentro del mar-
Milagro- Corre por tu vida -leyó. ¡Corre, por tu vida! -dijo.
Sin expirar, Inhalamos la Espiral, Lo nunca sí-
Con/TEXTOS-
¿Inalcanzable duque De las expirantes, Hemos inhalado Antes de tiempo?
-¡Por qué, muérdago, Bajas del cedro!
No debe- Suba Nuevamente-
Lázaro, Álzate y anda, Despavorido-
Te tomo-
Temo la letra, Lázaro-
Espiral La Silenciosa, Lo sabe y se acerca Inútilmente en círculos-
Come su sangre Y bebe su carne En el libro Sin su nombre-
Omoc oy yos et omoc omoc et oma nis it-
Inversos, Radiantes en lo no, Entre los muertos Te leímos Sin felicidad-
Ante el voyeur La exhibición desnuda Ejemplifica La indiferencia Del mundo-
Ahora el cristal de la habitación en penumbras, la palabra expresa lo que siendo, no vimos. No oímos. La existencia descalza de tu palabra como una flor en la huella del pantano. Allí nadie camina.
El Sur es pasivo, como la Rosa, la prostituta: pétalo a pétalo, se desnuda, y se vende con facilidad, como todo paraíso. Somos tres. Pronto, religión.
Divisa el mar: alisa El Tiempo, roto y renovado en las olas de sus ojos. Quietud en la danza, y las olas en los ojos cerrados.
Disloco mi alma Y observo Lo que nunca es siendo, Lo que el Verbo nombra Ignorando mi rostro, Lo que el Verbo talla Ocultándome-
Alto y temido, Igualmente herido El cielo protector-
Mi máscara real No me pertenece-
No me conoces, Antonio-
Semejante al silencio Donde tropieza la voz Y arde, Llamas- Llameas Y acallas, Alejándonos En el escritorio Donde cae el cielo Entre animales-
Horas entre las olas Del tiempo- Siempre muerto, Te invierto y despierto En la nube sola- Observo la torre Alimentando peces-
El espejo de tu morada, La puerta de tu habitación, Me enumero- Me mirás, Me eclipso, Me no-
La aldaba, Como antes Candado y perro-
Del cielo provengo -dice lo no.
Sinfonía: Las sombras danzan Golpeando los sellos- El cordero sabe sin-