29/9/20

de T E M P E R L E Y




Éstas son las pautas a honestar, mi capitán, para sobrevivir en el reino prometido:

1. Acá, los amigos no existen, mi capitán, y de hallarlos, por milagro o insistencia, no se deberán compartir. No se entrega un tesoro imperial a un desconocido.
2. No reconocerá el nombre de su vecino, compañero, y si lo registra, será en vano e inservible en el hogar.
3. Nuestro reino no goza de memoria en el Nuevo Mundo. Nosotros, tampoco. No tenemos nombre. Rápidamente cambiamos nuestro acento.
4. Se toman o agarran sueños y enseres pero jamás se cojen. Ofenderemos.
5. Cuide por dónde encamina su honor de día y de noche, mi capitán. Son tentadores.
6. Acá no habita nadie de rostro conocido; deambulamos por un camino, anónimo e irreconocible, ajeno a nuestros ojos verdes e imperiales. Actúe en consecuencia.
7. Sinceramente, mi capitán, usted merece ser degollado. Evítelo.

Por su vida, compañero, atesore esta humilde prédica, y respete las siete pautas, como aquel oro en paño que nunca descubrimos. 

Atentamente, su contramaestre Y.



A.MEDINILLA

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