Delátame al método de las disoluciones -ya no es mi cargo- porque vine a ti desnudo y en llamas para salvar las vidas de un muerto y una diosa acallada con el humo de llorarles- ¿Madre, por qué me has abandonado? Nunca dije, padremortaja, lo no ni el sí- No dije nada- No pedí tu mano sin mí, la que me envuelve bajo el lino protector de tu ausencia- Me acusará el ojo sin distancia: la inocencia con metales, la hembra que inquiere el gesto abrasador de la respuesta- Ante el ser humano los ángeles enmudecen- Somos cuanto desconocemos- Te ofrecí la boca del sur como te di la cruz del sur- La salvación de las bestias que deambulan bajo la lluvia y ladran en la noche que nos roza que ahora soy el péndulo que busca las aguas ocultas- Mira bajo tu almohada, Estrella, a aquél que te habla y eres no- La humilde brizna de hierba, compañera, acógela en tu bolsillo; pronto cubrirá el mundo de los abundantes, vestirá el mundo de los escasos, donde ocultaremos todo el amor propio. No mires para ver cuanto supe olvidar en la hierba que nos ampara- Es otra la llave, Hija de Dios-
A.MEDINILLA
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