(francisco)
La misa propone un acuerdo tácito entre pureza y deseo oculto. Ansía ser exhibido, palpado, mezclado en vino, deglutido. La oblea es la pureza del deseo, objetual, que entra por la boca y sale por las piernas. La satisfacción oral durante el rito es callada e inmediata y negada siempre como tal. Lo sagrado es flujo. Dios como agua en silencio, digestión. Habitualmente mujer. Habitualmente abolida. Habitualmente esperanza. Habitualmente, yo.
AMEDINILLA