30/11/20

de C O M P A Ñ E R O

 




(francisco)

La misa propone un acuerdo tácito entre pureza y deseo oculto. Ansía ser exhibido, palpado, mezclado en vino, deglutido. La oblea es la pureza del deseo, objetual, que entra por la boca y sale por las piernas. La satisfacción oral durante el rito es callada e inmediata y negada siempre como tal. Lo sagrado es flujo. Dios como agua en silencio, digestión. Habitualmente mujer. Habitualmente abolida. Habitualmente esperanza. Habitualmente, yo.



AMEDINILLA



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