Te estoy quemando
y no me mirás-
Caminá, Lázaro-
No me busques-
Estéril cuando las hierbas lloran,
escribo tu nombre sin anécdota,
otro círculo de oración, Magdala,
hija mía-
Salva la sombra
que otra negó-
Cualquier espalda
-suavemente me dice-
ofrenda la cavidad
para alojar el libro
que no nacerá,
para atar LA,
para amar las ramas-
para la mar más-
¡SAL!
En bandadas van,
como palabras vienen,
al silencio de la página, Estrella,
los recuerdos olvidados,
las alas, el ciclo-
Sí, te conozco-
De la misma sombra
de tu misma mano
de tu misma hambre
de la misma sílaba,
ángel mío, perro dorado,
se crea el silencio
del organismo de la tristeza,
tu/yo, existencia-
Nunca más-
Algas de nevermore
no me respetan al nombrarte
en la espuma de las olas-
Salvado al color,
no recuerdo
la infancia-
No pertenezco-
Aquí donde mi disparo o letra
te incluye como real existencia-
Crista Cristal
blande la espada
de sus labios,
saja en dos
la unidad de mi sexo-
Te creímos-
Te creemos-
Amores me arroja
quién te va a querer-
No me habla a mí:
Él nada sabe,
pero mi odio es
incontenible-
Ahora soy un ángel-
Galas reales:
Un mar de algas
me reviste de ti, Ofelia-
Tapízame de andrajos-
DeslízameLO-
Déjame ser LA
Que lanza silencios-
Venganza cumplida-
El encuentro es improbable
aunque salva el mundo posible-
Sí, te alimento,
y sigue sucediendo-
AMEDINILLA
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