(respecto a las poéticas)
Cuídate del objetivismo, compañero, porque te hará desaparecer en el poema, aunque quizás lo necesitares urgentemente.
Cuídate de los poemas narrativos discursivos, porque no se callan una, qué bocazas.
Cuídate de las vanguardias del silencio, porque nunca sabes qué piensan, ay qué mal educadas.
En fin, compañero, cuídese del poema, animal, y mayormente del poeta que no cuide animales en su casa. Porque ellos le salvarán de sí mismo... y, probablemente, del libro que no nacerá.
AMEDINILLA
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