el SUR-sub (fragmentos, VI)
-“Significa vida muerta. No llores. Yo soy tu alma; la ciudad de la nada de tu
alma. No sueñes con Cartago. Cartago no ha existido jamás. Si algo estuviese verdaderamente vivo no
podría morir. La sombra de Cartago ha sollozado así para que los hombres
tuviesen conocimiento de la posibilidad de ese exterminio total. Cartago es el
océano; aparición tan sólo, nube solamente.”
“¿Eres verdaderamente cartaginesa?”
“Entre lo negro, Bronwyn, soy lo negro.”
alma. No sueñes con Cartago. Cartago no ha existido jamás. Si algo estuviese verdaderamente vivo no
podría morir. La sombra de Cartago ha sollozado así para que los hombres
tuviesen conocimiento de la posibilidad de ese exterminio total. Cartago es el
océano; aparición tan sólo, nube solamente.”
“¿Eres verdaderamente cartaginesa?”
“Entre lo negro, Bronwyn, soy lo negro.”
JUAN EDUARDO CIRLOT
Mientras la noche otorga
Su cauce de sombra
Al devenir de la luz,
A lo nunca amanezco-
Y sueño el Sur
De mi norte sin,
Estrellita querida-
Entre lo obscuro,
Soy el ojo duro
Del muerto-
Luces mías,
Mirad donde no-
Cuando siempre no-
Donde reposo
Como oscuro ojo
Mientras sea
Vuestro hermano-
Redonda la mano-
La próxima redonda
Hacia el negro sí,
y sigue sucediendo-
Para el mundo negro
No hay un nombre-
Hay un color
Contrario
Que es blanco y sur-
Cuando la sombra
Nombra mi nombre,
Y me olvida,
El sur es sub
De nunca sur,
y te olvida,
compañero hombre-
Tú de Nor-
Te y sur de No-
Alma de mi arma sin mí,
Y no obstante
Qué miedo,
Compañero ángel,
Cuando las nubes lloran-
¿No es tarde para ver murallas?
¿Quién eres?
Lo sin La sin-
Es tarde tardísimo-
El árbol da su fruto
Para lo nunca ni-
El piaNO en la hierba-
Y yo, la puerta de tu habitación-
Mirad, mi señor-
Hasta donde llega
La Ceguera
Todo es tuyo,
Tu no yo-
Tú, mi nunca yo-
Distante
La curva de tu hombro
Acaba de pasar-
Y sigue sucediendo-
Y bien, Diana,
Fui al lugar del encuentro-
Y Yo
No estaba allí-
Aunque sí
Tu no ser-
Creo que es un sueño,
Y cenamos de nuevo,
Estrellita-
Tú,
Lo No-
Mi otro
Sin ti-
Tu yo,
Sin mí-
Lo no en
La torre sin-
Aunque el cielo incluso
Quiera cegarme, segarme,
Alargo su partida
De la Casa Incendiada
Hacia nuestro hogar
De piedras amarillas-
Desnuda de ojos,
Apenas vista, rota,
Eras tú, mi no,
Una semejante que mora
En su propia sombra-
No sé si arde-
Pero levita en el fuego
Comiendo de mis ojos-
Sedúcenos, inexistencia-
La muerta es otra-
Hechizada
Gemirá, lo sabemos-
Y destrozará este mundo-
Otra gran esperanza-
La piedra blanda
Bajo el aire norte
Que encarnas
Y arrojas
A las ramas de los árboles,
Desde el rostro de la luna-
El viento seco de la hierba
Eras tú danzando
Bajo el aire de los suelos-
Escarbaré tu existencia,
Mi adhesión ,
La anunciadora-
Alzaré la palabra rota
Donde crecen capas-
Donde nadan hierbas-
Donde nada lo nunca ni-
Donde el libro sin
De mi siempre vivo no
Llega a ofrecerte
El presente para que
Las nubes lloren-
Romperé el cristal-
Tal vez la fe-
Seguramente la duda-
Prefiero pasear con usted-
Segunda o tercera
Persona de la nada-
Yo también
Negaré el mundo
A mi paso-
Dentro de la muerte
La Viva
Y morir la vida
Avivadamente
En las sílabas
Mudas y pordioseras-
Cuánta escasa esperanza
En la abundancia-
Muertos de amor y no
Derivan al ángel los
Estratos de su piel sin-
Te estoy hablando,
Compañero ángel,
Y sigue sucediendo-
Escombros, establos,
Estigmas, estratos
Cimbran la Escritura
De la piedra
Anónima, abandonada,
Donde yo donde no-
Belle de Bettê de
Estrellita de Sin de,
Esta calle
En caída
No se detiene
Cuando el mundo
Arde en tu nombre-
Y la luna en picado
Aviva el vocativo
De esta quietud-
Siempre la muerte
Nos asombra un poco-
Mi calle goza de
Un oscuro nombre, lo sé,
PANTANO Y SILENCIO
Celebrando el ahogo,
Lo vertical en el horizonte
Que no existe-
Aunque eres,
Llegas como las hierbas
Que comes en las nubes-
De puro milagro-
Desértica y amparada,
No hieres sola tú
Donde siempre juntos
Cuando ya nunca fue-
Y tu noche encierra
La Historia-
Todo inútil
En la hora de la hora-
Nos amamos en Cartago-
Deshago el mundo-
Sufro también por ti, ausente-
Te escribo-
Y la voz
Apalabra el rito que
Te inscribe en lo nunca dado–
Vals de la nada-
Aunque no estás, resido-
Aunque no existo, me bautizo
Un residente en la sed y en la hambre-
¿No es acaso un compromiso?
¿Si te salvo a lo no,
Prometes volver, Bronwyn sin?
Sir Lot, no-
CampaNADAS-
Lo eterno declinado,
Lo ingrávido estéril,
Pedigüeño e inmóvil-
Vomito, descriptivo-
Debió entrar
Por la puerta de atrás
Para que no lo vieran-
Vaya cerca-
Acuéstese, Padre-
Me sirven sus Manos
Para huir a lo No
Dulcemente-
Verá el sí
Aunque no lo crea-
No lo creerá
Pero puede leerlo-
Siempre he muerto
Al acercarme, cercado
Por tu presencia creciente,
Decreciente Estrella-
Tengo mucho miedo-
Ten esta rosa roja-
Tómala-
Sé que he muerto-
En el sur no sólo hubo sub-
Sueña el Azul de verde luz-
Lánguida costa de nunca-
Desvanécenos, rompiente
En las olas otras y solas,
Arrecife
De ti, de mí, del No-
Bella, pareces triste-
Los perros nos huelen
La mirada virgen
Del último hombre, dijo,
Como si creyera
En el génesis de las rosas.
¿Deviene del cielo estético
O del infierno ético
O de tus horas boscosas
De carne y hueso?
Cómo te sientes, ángel mío-
No sólo perdí
La vida en mi nacimiento-
También la palabra sí-
La natura al lado
De estos restos inmortales-
La muerte al lado
Del Verbo al lado
De mis restos sin-
Natura perecedera
Que niego
Porque no soy
Inmortal-
Hacia dónde cantan
Los silencios que te nombran-
Y SUCEDERÁ
La posibilidad-
Las alas
De cristal y de sombra dar
Al doblar la esquina-
Algo sé del Hallazgo-
El encuentro
Como el reino,
Han de ser
Un tropiezo más-
El Zar del azar-
La necesidad
De transparencia
Es la suprema cobardía
Del Ángel,
Compañero hombre
(compañero ángel)-
Como espinar espirales
Como cardos en coro
Como jilgueros heridos
En jaulas de fino hueso-
Como tú no-
En el costado de Cartago,
La carencia del DOS
Me sostiene-
La pertenencia a lo nunca-
La escalera a la nada-
No debiste contestar,
Compañero ángel,
Y ocultar el costillar-
Arrodíllate, Zar Sapo,
Y croa ante ella,
No nacida,
Antes de recibir
Las alas de un nombre-
La señal de existencia-
El signo de la poesía-
El compromiso de la nube
Puesto que los ángeles lloran
Cuanto saben-
El centro renace-
Mira el eterno no-
Renace el eterno no-
Mira el centro-
Centro del eterno no-
Mira el renacer-
Si te salvo
Ha de ser
La mayor señal
De vida como
De muerte viva-
Lo perdido es
Demasiado humano-
Siempre se es
El único superviviente
De un holocausto impreciso-
Siempre persona-
Siempre sola-
Siempre no
En la belleza del bosque,
Bronwyn-
La senda de la pobreza
En un mundo maravilloso-
Antonio López Medinilla
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