“Yo soy un ser humano a pesar mío.”
JUAN EDUARDO CIRLOT
“Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero”
SANTA TERESA DE JESUS
Te hablo al atardecer la palabra.
Te hiero cuando eres un bosque.
Este poema ya no canta otro mundo.
BETÊ:
¿No hay señal bajo la tierra?
Si es así, si nada fue,
¿por qué oí pasos
bajo la hierba?
BELLE:
Nada digno en lo escrito sino hirviente y derramado amanecerá de la luna llena. ¿Humano aún, a pesar mío?
(un circulo de animales rodea un círculo de piedra; allí la bruja, hembra desnuda ç pariendo un árbol, alza su vientre rojo. Ella es una línea recta entre espirales de rosas extenuadas)
BELLE: «Pero el animal no
demanda reconstruir el universo,
como desean los hombres huecos»,
eso mantenías, susurraste, me escupías en la cueva negra de mi bajo vientre.
Y sin embargo, este castillo de algas,
ángel bestia,
¿qué significará su tono esmeralda?
BETÊ:
¡Quédate quieta!
Nada digas.
¿Qué haré entre las ramas, entre todas estas llamas
que rozan mi escritura?
¡Belle, extraño territorio!
BELLE:
¡Tu olor!
Arduo camino, nombrar
La plenitud que acobarda
a un nombre sin rostro.
ORANTE:
Hora es de nacer y orarla como nube llora la roca,
como ora un rostro sin vergüenza,
como boca aliterada, antes suplicante, cabaret ahora, árame-
Aprenderé, Madre-
Aprehenderé-
¿Hay alguien ahí? ¿Alguien? Todo ángel severo dona un beso con un batir de alas solas- Todo ángel es rojo en un pacto que ella sella- Todo ángel canta su agua en la escritura de sus aguas- Como recurso de alas, como olas jamás cautivas, olas alzadas que inspiran las aguas de la carne- Ángel del hombre, nombre sin rostro- He borrado mi rostro- Ése será mi nombre: un rostro del ángel, voyeur de carne- Humano y verde, a pesar mío, entre ángeles que arden en un bosque que apenas duerme- Lobo y compasivo en el bosque rojo, rojo y lobo en el bosque ángel, salvaje donde lobo, bosque y compasivo bajo un rito de mares alucinados- Dictado, bajo las aguas- Un solo gesto de su mano, y la piedra aúna ángeles y bestias en el gRito- En este círculo fornicamos-
Estampa primera:
Arroja sus ojos
a lo musgo aborigen,
y el extranjero
acumula cantos
rodados a los pies,
desnudos en la hierba-
El gran poder
de invertir
los órdenes mágicos del cielo y la tierra
si voy de su mano
como un niño.
El sonido furioso de olor y color,
ése es mi nombre, escriba,
y la hojarasca que rumie los pasos enhebrados
de los amantes cruzándole el vientre- Como si otro fuera
en el mismo lugar
de mi nacimiento,
rezas y quemas
a orillas de no sé dónde-
En todo rumor,
el impúdico movimiento de la tierra-
El cerro es su Lugar-
La casa del ángel
entre bestias y árboles-
¡Un jardín!
¡Permítelo, Bestia!
La espiral del pantano,
no, ¡no!,
ya no es espiral del espanto,
los labios presos la esferan mía.
¡Circulen los ángeles,
en primer lugar,
por la carne de mi carne!
¡Ni te rocen!
Adivinen lo invisible, pues vine a vestirte de hambre
en las púas de los pinos consagrados a tu alfabeto-
Voyeur de mí,
en la ofrenda
del amor tan alto,
qué santa te reza -
¿Quién debe morir,
compañero ángel,
en la exhibición
de su palabra?
Segunda estampa:
Abriga la piedra el
altar desnudo, la retórica renombra su nombre-
Nadie la observa
vestida de mi carne-
Tal vez éste sea
el momento de
yo/ver, voyeur-
Nadie miente al menhir:
hubiera matado
por ser la luz primera
que horadó
su carne, profanando
sus huecos.
Victoria-
Virgen marrón
y pertenencia-
Bondadosos, invitados,
lamed de su puerta-
Inesperada
medianoche del siglo-
Abierta de piernas, atada de manos,
medieval medialuna
en sus calles de barro- ¡Oh difuntos!
Ella sin mí como Ella ante él.
Escrito el cuerpo
de luz y hombros,
clavada en la ofrenda
del hambre de mi madre, cuadrúpeda, su dictado gris
de arena y plata-
¡Alquimia dorada, Padre!
La sierra encarnación-
Salvajemente me roza la Cruz del Sur-
Virgen que suturas
mi falo, temblorosa-
Comienzo a oír
para decir-
¿Me recuerdas?
La historia es simple
como crucifixión que ampare pecados, como piedra resurrecta,
recta a
la garganta,
acopia hechos
de espuma furiosa,
donde el puente en llamas, Daena,
don/de abres la Puerta,
donde cantas hola y me entregas y te donas y nos salvan-
AMEDINILLA
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